Con la llegada del otoño y del descenso de temperaturas, la humedad, la lluvia y el cambio de luz pueden afectar seriamente la visibilidad de nuestro vehículo. Para conducir con seguridad, es clave realizar un buen mantenimiento de los faros del coche.
A partir del otoño, la combinación de días más cortos, lluvia y niebla aumenta el riesgo de que no vea o que no me vean. La Dirección General de Tráfico recuerda la importancia de llevar al día el mantenimiento del coche, siendo los faros uno de los elementos a los que prestar atención.
Por otro lado, desde el RACE señalan que, cuando los faros han perdido transparencia (por plástico opaco o rayado), la eficacia de la iluminación se ve claramente reducida. Así pues, una buena limpieza y mantenimiento de los faros mejora la visibilidad delantera y lateral, ayuda a que nos vean otros conductores, y reduce el riesgo de sanciones por alumbrado defectuoso.
Limpieza y mantenimiento básicos
Lo primero que hay que hacer es llevar siempre los faros limpios. Retira barro, insectos, polen o residuos acumulados en el faro son gestos a repetir con asiduidad. Según Michelin, “la limpieza de parabrisas, faros y retrovisores es una cuestión de seguridad”, ya que el barro o suciedad reducen la eficacia de la iluminación.
Es aconsejable lavar los faros con agua y jabón suave, sécarlos bien y revisar que no tenga opacidad ni ralladuras importantes.
Pulido o restauración del faro
Si observas que el faro ha adquirido un tono amarillento o blanquecino, esto quiere decir que el plástico se ha deteriorado. El RACE explica cómo realizar un pulido casero: proteger zonas pintadas, limpiar con agua y jabón, lijar progresivamente (grano 800-1200-2000), pulir, limpiar con alcohol y barnizar. No obstante, también es acnosejable en estos casos acudir a un profesional para realizar el pulido de los faros.
No basta con que el faro esté limpio: debe funcionar correctamente y estar bien orientado. Según Bosch Car Service, es conveniente revisar la altura y el reglaje de los faros, bombillas fundidas o sistema LED.
Es aconsejable verificar los faros cada pocas semanas, sobre todo después de condiciones meteorológicas adversas (lluvia intensa, barro, hojas húmedas). Si el coche duerme en la calle expuesto al sol o la lluvia, además, el plástico tenderá a deteriorarse más rápidamente.
