El Barça concedió al rival una nueva victoria en el Palau y lo peor es que esta vez fue un Madrid todavía en construcción pero que le pasó la mano por la cara a un Barça que nunca estuvo a la altura del equipo de Scariolo
Los blancos jugaron a un nivel altísimo en ataque, en una primera mitad donde todos sus triples acababan dentro, aunque el Barça, jugando en casa, fue incapaz de seguirles el ritmo y ni tan solo de ponerles en aprietos.
Los 58 puntos al descanso volvió a ser una rémora muy grande, y tratar de solucionar todos los problemas con apenas seis jugadores, era una tarea poco menos que imposible. Loable el esfuerzo de los dos jugadores que volvían de sus lesiones, un ‘Toko’ Shengelia puro corazón, y también a Laprovittola, que hizo lo que pudo después de un mes de ausencia.
Con ganas no basta
Por supuesto, Punter intentaba levantar al equipo (18 puntos) con un gran Clyburn (19), pero la realidad es que la aportación del resto del banquillo volvió a se decepcionante. Myles Cale parece centrado en defender más que anotar mientras que la confianza de Parra y Brizuela va menguando a medida que juegan pocos minutos.
Con solo Vesely en el ‘cinco’ es difícil pueda llegar muy lejos este Barça ya que ha quedaron retratados un Fall que no cuenta para nada y Willy, que parece mirar hacia otro lado esperando que pase el año que le queda y salir por la puerta de atrás delPalau.
Peñarroya también ha dejado claro que no cuenta con Miles Norris, un lujo visto lo mal equilibrado que está este Barça, que no encuentra el camino, ni en el Palau.
Pañolada y la vida sigue igual…
Por contra, el Madrid lució con sus fichajes, especialmente Lyles, que le hizo un autentico ‘traje’ al Barça y de paso, daba a los blancos su primer triunfo como visitantes. Hacerlo en el Palau sienta el doble de bien, seguro.
Al final, como siempre ocurre, pañolada en el Palau y algún grito contra el responsable de la sección, pero no habrán novedades. El equipo seguirá transitando sin pena ni gloria porque no hay margen para hacer nada hasta la próxima temporada. Hay que aguantar un año más y esperar, de verdad, que el Barça apueste por hacer un equipo campeón.
Una lástima que el Barça no le haya podido brindar un triunfo a Alex Abrines, que no se merecía ese final en el Palau, aunque como le sucedió el año pasado, ya no le vino de más una nueva derrota ante los blancos, aunque ahora la viviera de manera más relajada en la Llotja. ¡Mucha sierte en el futuro Alex, te lo has ganado!
