El triatlón mundial vive un momento de transformación bajo el liderazgo de Antonio Fernández Arimany. Un año después de asumir la presidencia de World Triathlon, el dirigente español —único compatriota al frente de una Federación Deportiva Internacional— ha logrado consolidar un respaldo abrumador de las Federaciones Nacionales y un rumbo claro basado en la innovación, la transparencia y la expansión global del deporte.
El reciente congreso anual de la entidad, celebrado en Australia, certificó ese apoyo con la aprobación mayoritaria de su plan estratégico 2026-2029 y del presupuesto para 2026. Los 138 delegados con derecho a voto refrendaron también varias de las decisiones que marcarán el nuevo ciclo, entre ellas la incorporación de dos nuevas disciplinas oficiales, el Swimrun y el Fitness Racing, y un calendario internacional más amplio y planificado con mayor antelación.
La medida busca dar respuesta a una antigua demanda de los atletas: disponer de más margen para diseñar sus temporadas con precisión.
Transparencia y gobernanza ejemplar
Una de las apuestas más firmes del mandato de Arimany es el fortalecimiento institucional. Para ello, World Triathlon ha constituido un Comité de Expertos Internacional encargado de revisar su Reglamento de Gobernanza. Entre sus miembros destacan el suizo Jean-Loup Chappelet, catedrático en gestión pública de la Universidad de Lausana, y el británico John Napier, referente mundial en gobernanza y derecho deportivo.
“El objetivo es aplicar estándares de transparencia impecables y combinar la innovación deportiva con una gestión moderna y responsable”, subrayó Arimany, que considera la gobernanza “un pilar tan esencial como el rendimiento deportivo o la expansión global”.
Cuatro pilares de futuro
El nuevo plan estratégico 2026-2029, desarrollado junto a la consultora Deloitte, define cuatro ejes centrales:
- Desarrollo sostenible, con el foco en fortalecer las federaciones nacionales y fomentar la participación global.
- Innovación y expansión, mediante nuevas disciplinas y alianzas estratégicas.
- Gobernanza e integridad, reforzando la transparencia y los controles independientes.
- Compromiso comunitario, para conectar a atletas, federaciones, patrocinadores y aficionados bajo una visión común.
Arimany resume el espíritu del proyecto en una frase: “Queremos que el triatlón sea el ejemplo de un deporte innovador, ético y preparado para el futuro”.
Con solo un año de gestión, World Triathlon ha pasado de la adaptación a la acción. Y el liderazgo del dirigente español apunta a consolidar una nueva era en la que el triatlón amplíe su comunidad, abrace la innovación y refuerce su papel como uno de los deportes más dinámicos y globales del siglo XXI.
