“Luchamos para no desaparecer”, reivindican los alcaldes de los municipios rurales. Hay un total de 608 en toda Catalunya con una población de menos de 2.000 habitantes, pero es que 381 de ellos cuentan con menos de 500 vecinos. Con esta fotografía encima de la mesa, el president de la Generalitat, Salvador Illa, ha asumido en primera persona el compromiso de atender sus singularidades y tratar de darles un espaldarazo poniendo en marcha una línea de ayudas para rehabilitar viviendas vacías y beneficios fiscales para quienes estén dispuestos a trasladarse a vivir a estos pueblos.
Un país que no reconoce su mundo rural está condenado al fracaso
El president ha hecho ambos anuncios en la cumbre celebrada este sábado en el Món Sant Benet, un encuentro al que han acudido más de 300 alcaldes y que se ha concebido como la puesta de largo del despliegue del Estatut de Municipis Rurals. El emblemático monasterio de Sant Fruitós de Bages ha acabado convertido en una caja de resonancia de una parte de Catalunya, la rural, que pide desde hace años que se atiendan sus urgencias para frenar la despoblación. “Un país que no reconoce su mundo rural está condenado al fracaso”, ha asegurado Illa en la inauguración de una jornada que a partir de ahora se celebrará con carácter anual.
El derecho a vivir en tu municipio
En los planes del Govern está destinar un total de 20 millones en cuatro años para rehabilitar hasta 400 casas abandonadas y equipamientos en desuso para destinarlos a una bolsa de vivienda rural asequible cuya creación el Consell Executiu aprobará el próximo martes. Se trata de una ayuda a la que podrán optar tanto ayuntamientos como particulares para hacer habitables esas casas y destinarlas a residencia habitual o a alquiler a precio asequible y protegido durante al menos 10 años. “Reivindico el derecho a vivir en tu pueblo. El derecho a la vivienda es el principal reto que tenemos como país, no solo en el mundo urbano, también en el rural”, ha argumentado el jefe de la Generalitat.
The president of the Generalitat, Salvador Illa, during his speech before the mayors of rural municipalities / Jordi Bedmar / Govern
Además de esas subvenciones para recuperar edificios vacíos, el Govern trata de incentivar la vida en los pueblos rurales por la vía de los beneficios fiscales dirigidos, especialmente, a menores de 35 años y contribuyentes con hijos en edad de escolarización. Así pues, en el 2026 se aplicarán deducciones al IRPF que pueden alcanzar hasta el 20% por traslado de residencia, compra, rehabilitación y alquiler de vivienda habitual en municipios pequeños. Se trata de un impulso fiscal que supondrá cerca de 14 millones anuales y que tendrá impacto sobre la declaración de la renta de 2027.
La importancia de tener presupuestos
Estas deducciones de IRPF se sumarán a medidas que ya están en vigor desde la aprobación del Estatut de Municipis Rurals, como la reducción del tipo impositivo del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales -del 4% en los municipios rurales y del 3% en los de menos de 500 habitantes- y la bonificación del 75% en actos notariales y expedientes de dominio para facilitar la regularización de fincas rurales.
Eso sí, para sumar esos nuevos beneficios fiscales el Govern recuerda que será necesario poder aprobar nuevos presupuestos para el 2026, cuya negociación con ERC y Comuns, a la espera de la financiación singular, difícilmente empezará este año. La consellera de Economia, Alícia Romero, ha dejado caer que será necesario lograr ese modelo singular, pero también una nueva ley de financiación local para que los ayuntamientos tengan un mayor margen de maniobra con sus recursos.
La consellera de Economia, Alícia Romero, defiende la necesidad de tener presupuestos, pero también un nuevo modelo de financiación para Catalunya y nueva ley de financiación local para que los ayuntamientos tengan un mayor margen de maniobra para gestionar sus recursos
Más recursos y menos burocracia
De si hay o no nuevas cuentas dependerá también otra de las medidas anunciadas en la cumbre en el Món Sant Benet: un incremento de nueve millones de euros del Fons de Cooperació Local. De hecho, el año que viene será el primero en que se aplicará un fondo específico para reforzar el mundo rural que supondrá un incremento de su capacidad financiera del 25% para las poblaciones de menos de 500 habitantes, del 15% para las que tengan entre 501 y 1.000 vecinos y de un 10% para el resto.

The mayors of rural municipalities, at the summit organized by the Government in Món Sant Benet / Jordi Bedmar / Govern
El Govern presume de que nunca antes se había hecho una movilización de recursos tan grande para el mundo local y reafirma su compromiso de trabajar “codo con codo” y desde la proximidad con los municipios. También para prestarles más ayuda técnica y simplificar trámites. De hecho, Illa ha anunciado la creación de una división específica del Incasòl para ayudarles a tramitar y gestionar planes urbanísticos, promover la recuperación de núcleos urbanos y colaborar en la rehabilitación de inmuebles. A la vez, se está trabajando para que Infraestructures.cat pueda ejercer también de “medio propio” de los ayuntamientos para ayudarlos con las licitaciones y a ejecutar los recursos de los que disponen.
“Vivir en un pueblo debe ser una oportunidad y no un obstáculo. Queremos atender y empoderar a los alcaldes, darles las herramientas”, ha resumido el president Illa, que ha hecho un alegato a favor de los servidores públicos y, muy concretamente, de los ediles que están al frente de los municipios, como “esenciales” para hacer funcionar las instituciones. El conseller de la Presidència, Albert Dalmau, ha defendido que el objetivo del Govern es “cohesionar” Catalunya, que debe ir más allá de la mirada metropolitana, y lograr que “nadie deba irse” de su municipio para desarrollar su proyecto vital.
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