El ataque de la UD Las Palmas vuelve a estar bajo lupa. La tercera derrota de la temporada en Castalia pone en el punto de mira la poca precisión amarilla de cara a portería. Sobran delanteros pero falta determinación, pólvora y confianza de Luis García en algunos jugadores. Los 96’ frente al Castellón volvieron a poner en relieve la necesidad que tiene la UD de encontrar una solución a la falta de gol para poder lograr los objetivos. El muro defensivo, implacable con diez goles recibidos en 16 jornadas, no es suficiente para poder alcanzar una meta en la que el golaverage juega un papel importante.
Desde el cabreo de Pejiño al ser el primer cambio en el 67’, hasta el lamento de Jonathan Viera y Jesé, que poco pudieron hacer en 12’ agónicos en los que el marcador jugaba en contra. Es el fundamento de un ataque sin balas en el que la dupla formada por Milos Lukovic —con la etiqueta de delantero al uso— y Ale García —pichichi del equipo con 5 goles y recuperándose de una lesión— suman la mitad de los goles de la Unión Deportiva con nueve tantos. El resto, han sido obra de defensas —Mika Mármol, Sergio Barcia y Enrique Clemente han puesto su grano de arena— y de viejos rostros conocidos como Iván Gil, Manu Fuster y Pejiño, que tampoco son delanteros.
En verano, con el inicio de curso llamando a la puerta, era llamativa la situación del conjunto de Luis García en lo referido a los delanteros. En total, cinco nombres llamados a convertirse en los nuevos héroes de un ascenso deseado: Jaime Mata, Jesé Rodríguez, Marc Cardona, Sandro Ramírez y Milos Lukovic. Una nómina de jugadores a la que se unieron los refuerzos de Jeremía Recoba —disputó seis de los nueve partidos posibles antes de romperse el ligamento cruzado—, la explosión de Ale García o el despertar de Pejiño. Sin embargo, en este aspecto ha jugado un papel fundamental la decisión técnica, esa que ha dejado al margen a Mata y Marc y la poca confianza en la cantera del club.
El enigma de la doble ‘M’
Mientras que la recuperación de Sandro se ha alargado más de lo esperado y Ale García y Recoba siguen en la enfermería, salta la alarma de qué ocurre con Marc Cardona y Jaime Mata. El expediente X de la doble ‘M’, esa que se mantiene al margen de lo que sucede en el conjunto amarillo. El madrileño (37 años) tan sólo ha disputado tres partidos divididos en 37’ y ha estado convocado en todos los encuentros, a excepción de la cita ante la Real Sociedad B en el Gran Canaria.
En varias ocasiones se le ha visto haciendo grupo y ejerciendo el papel de un entrenador más, pero su protagonismo en el terreno de juego es nulo. «Jaime Mata es un ejemplo extraordinario para todos, es un jugador aprovechable y estoy convencido de que habrá momentos para todos porque la temporada es muy larga», expresó Luis García en el mes de septiembre al ser cuestionado por los pocos minutos que estaba teniendo.
Cardona lleva sin jugar desde el pasado 19 de octubre y lleva varios partidos fuera de la lista por decisión técnica
El caso de Marc Cardona también es de estudio. A pesar de que la UD está necesitada de goles, Luis García prefiere prescindir de uno de sus delanteros al 100%, de tal modo que ni siquiera lo incluye en la lista de convocados. El catalán ha disputado 134′ en seis partidos. Tuvo minutos en los cinco primeros partidos del curso y después desapareció. De los once últimos partidos, Marc sólo ha jugado uno —ante el Eibar 11’— y se ha quedado fuera de la lista en seis de ellos, alternando decisiones técnicas con molestias musculares.
Por su parte, el capítulo de Jesé en su regreso a la UD se resume a aportaciones residuales en la que demostrar se vuelve una misión imposible. Aunque en lo que lleva de temporada ha estado lesionado en dos ocasiones, ha jugado siete partidos de los 16 posibles y la suma de sus minutos no llega a los 100. Sólo ante Leganés, Valladolid y Albacete ha superado los 15′ en el terreno de juego. En Castalia, disputó los últimos 12 minutos, pero fueron insuficientes para que pudiera echarse el equipo a la espalda, más aún cuando el marcador era desfavorable.
Los cambios y la segunda línea
A la falta de pólvora se suma la lentitud a la hora de hacer los cambios cuando las cosas no van bien y la duda en la segunda línea, esa que es incapaz de anotar un gol y cambiar el devenir de un partido. Los suplentes de la UD, esos que se incorporan al terreno de juego con el partido en curso, todavía no han batido la portería rival.
En una maratón en la clasificación parece estar más apretada en cada jornada que pasa, los amarillos tienen a uno de los candidatos, el Racing de Santander, como espejo. El conjunto cántabro ha anotado 37 goles y todos sus delanteros suman: desde el pichichi Asier Villalibre con 10 dianas, hasta Jeremy Arévalo con 7, Andrés Martín con 6, Íñigo Vicente con 3 o Marco Sangalli, también con tres. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero a veces no es malo mirar y copiar al de al lado, siempre y cuando sea para mejorar. Y la UD, en este aspecto, tiene mucho que aprender.
