El Villarreal CF, esta temporada, es más doctor Jekyll y míster Hyde que nunca. Tercero en LaLiga EA Sports a cuatro puntos del Barcelona y a uno del Real Madrid (ambos, con un partido más), gracias a sus seis victorias consecutivas, a sumar idéntico número de jornadas de la Champions sin ganar, con solamente un empate. Está claro que Europa es Europa, sobre todo la madre de todas las competiciones, pero tampoco se explica el paupérrimo rendimiento, que le ha llevado a despedirse del top 24 a falta todavía de dos encuentros (marcha 35º de 36 equipos).
- A contracorriente en una Champions que no perdona. El Villarreal entró con el pie torcido. El madrugador error de Luiz Júnior en Londres desequilibró la visita al Tottenham. Haber empezado sumando, aunque hubiera sido un empate, habría cambiado todo lo de después. Contra la Juventus, pudo ganar, pudo perder… y al final amarró un punto, antes del Manchester City, inasequible para los amarillos. Lo de Chipre rompió todos los esquemas; y en Dortmund, todo lo que podría salir mal, salió peor. Sin embargo, el Villarreal encaraba las últimas tres jornadas con un elevado porcentaje de clasificarse, si hacía el pleno. El Copenhague terminó por enseñar la puerta de salida.
- Errores propios de bulto, situaciones insólitas… Lo dicho, el fallo infantil de Luiz Júnior contra el Tottenham, el despiste de Dani Parejo contra la Juve que significó el 1-2 (Georges Mikautadze había adelantado a los groguets), la desatención en el córner que significó el condenatorio tanto del Pafos, la falta de concentración de inicio contra el Copenhague para encajar el primero a los 70 segundos o la poca contundencia para recibir el 1-2 menos de dos minutos después de que Santi Comesaña estableciera el 1-1… Son demasiadas circunstancias, en una liguilla como es esta nueva Champions, que reducen el margen de maniobra de cualquier equipo, máxime como el Villarreal, que solo ha ido por delante poco más de media hora en esta edición, donde se ha quedado sin marcar en cuatro ocasiones (tres lejos de la Cerámica…).
- Errores ajenos: castigados por los arbitrajes… Por si lo narrado hasta aquí no fuera suficiente lastre, tampoco ha habido una ayuda externa para los groguets, más bien todo lo contrario. Empezando por la visita a Londres, donde el Tottenham no debió acabar con 11, pasando al gol del Pafos, donde hubo una clara falta a Luiz Júnior. El 4-0 del Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park tampoco deja mucho espacio a la protesta, aunque el 1-0 al filo del descanso llegó precedido por una mano que el VAR consideró como involuntaria, el mismo instrumento que poco después cambió la amarilla de Juan Foyth en el primero de los dos penaltis a tarjeta roja. Ninguna decisión de trascendencia, hasta la fecha, han beneficiado a los amarillos que, al contrario, han sufrido los efectos del conocido arbitraje europeo: tirando a caseros.
- ¿Qué le ha faltado al Villarreal, desde el punto de vista futbolístico? El Villarreal, que ha ido a remolque en todos los encuentros de la Champions, ha adolecido de un mayor acierto cara a puerta: la efectividad mostrada en Primera División no la ha trasladado a la competición continental. Encuentros como el del miércoles ha evidenciado también una faceta del Submarino poco habitual en el torneo nacional: la posesión de la pelota y el control. Frente al Copenhague, incluso con el 0-1, los daneses coparon el manejo del esférico. Además, con un centro del campo limitado por las bajas de Thomas Partey y sobre todo Dani Parejo, no hubo un jugador que filtrara pases por dentro. Una tarea a la que también acostumbra Gerard Moreno, igualmente fuera de combate. No hubo un plan B que funcionara verdaderamente.
- La cuestión mental: ¿ha podido la ansiedad? La presión, directamente relacionada con ese Villarreal a menudo por debajo en el marcador, es otro factor que explica -o trata de explicar- el flojo rendimiento europeo. Estuvo por debajo de lo esperado la respuesta al 1-0 del Pafos o, sobretodo, el desarrollo de los encuentros contra los daneses, de forma especial a partir del 2-2: con más de media hora por delante, un atenazado Villarreal estuvo lejos de la victoria… y perdió.
- La respuesta de la plantilla: autocrítica como primer paso. Marcelino calificó como «nefasta» la Champions del Villarreal. Alfonso Pedraza, capitán en la derrota contra los daneses, subrayó: «No hemos estado a la altura». «Cuando te meten tres goles en casa, es que no has estado bien en defensa: así es imposible ganar», señaló. Gerard Moreno, impotente al no poder aportar desde el césped, publicaba un mensaje a través de las redes sociales: «La frustración y decepción que tenemos por la Champions (…) nos tiene que hacer sacar el orgullo y ser ambiciosos en lo que viene». «Estamos en una situación buenísima en LaLiga y debemos competir a full en la Copa del Rey», profundizó.
