Era la temporada de la ilusión para Ansu Fati, que había completado un arranque tremendo con el Mónaco con seis goles en cinco partidos. El canterano blaugrana había recuperado su fe y su resurgir impresionaba en la Ligue1, pero el cambio de técnico en el club monegasco le ha jugado una mala pasada. El entrenador Sebastien Pocognoli, con quien tuvo un conflicto a los pocos días de estrenar el cargo, le está condenando al banquillo e, incluso, no ha viajado al duelo de Champions ante el Bodoe Glimt por enfermedad. Una extraña desaparición que preocupa al Barça, a su entorno y al mismo Mónaco, que espera que puedan reconducirse las cosas tras el olfato goleador que ha demostrado Ansu.
El proyecto del Mónaco dio confianza a Ansu. Y fue, sobre todo, porque el anterior entrenador Adi Hutter, quien le convenció para fichar. Le dejó claro que tenía un plan específico para recuperar su mejor forma implicando a todos los servicios médicos del club con una planificación específica. Le mimó y le dejó claro que no iba a presionarle sino que lo único que buscaba era que fuera diferencial en el campo y que fuese ganando ritmo de competición. Y su tratamiento funcionó hasta lograr recuperar al mejor Ansu de los últimos tiempos.
Hutter se deshizo en elogios de Ansu y recalcó que se trataba de un fichaje estelar para el Mónaco: “En los entrenamientos vemos que su fútbol puede tener un impacto enorme en el equipo a lo largo de la temporada”, expresó el entrenador. Y cuando salió, el delantero cumplió.
La abrupta salida de Hutter del equipo no gustó a Ansu y a buena parte de los jugadores, que no entendían una destitución tan temprana cuando el equipo había sido irregular pero comenzaba a registrar brotes verdes. Se firmó a Sebastien Pocognoli, exjugador también del Brigthon, el club en el que Ansu no pudo brillar, y que al parecer no tenía demasiados buenos informes del futbolista. Pocognoli ha llegado a dudar públicamente del exblaugrana: “Lo único que se es que, cuando está sano, tiene la capacidad para cambiar los partidos. Quiero verlo en 30 encuentros consecutivos para sacar conclusiones”, comentó recientemente.
La relación entre los dos pudo romperse en el partido ante el Toulouse, cuando Pocognoli lo cambió con el choque abierto. Ansu se enfadó y lo expresó públicamente con gestos mientras salía del terreno de juego. Y eso no gustó al entrenador. Desde ese momento, Ansu ha chupado banquillo y, curiosamente, no ha entrado en esta última convocatoria de Champions. El Mónaco aclaró públicamente que Ansu estaba enfermo y no iba a viajar, aunque pintaba que el delantero tampoco iba a ser titular en esta ocasión.
El Mónaco espera que todo vuelva a su cauce para evitar que una cesión que prometía quede en nada. Y el Barça también. Hay preocupación por la situación de Ansu. El club blaugrana no cuenta con él para el futuro, pero contaba que el Mónaco fuera a pagar los 11 millones de euros de la opción de compra a partir de junio. Ahora, todo queda más que nunca en el aire por Pocognoli.
