Jon Ander Olasagasti sigue inmerso en ese proceso de mejora, desarrollo y crecimiento tanto mental como futbolístico. Ya lo hizo en la Real Sociedad (el club de su vida), con Imanol Alguacil, una de las figuras más importantes durante su etapa de madurez y aprendizaje continuo. Con él, el centrocampista de 25 años ha adquirido una serie de conocimientos como el posicionamiento en el campo, el autocontrol o distintas facetas formativas en su juego. Ahora, en el Levante UD, con un nuevo y bonito camino por delante, espera implementar y transformar todos esos saberes tácticos/técnicos en una ayuda perceptible a los ojos de Julián Calero y de todos los granotas, conocedores de que su mejor versión aún está por llegar. Ese bagaje previo extraído de sus inolvidables años en San Sebastián es fundamental en el conjunto granota, y más, si se trata de Primera División.
Esa experiencia en la élite del fútbol español eleva la categoría del equipo y aporta templanza y un manejo de los tiempos necesario para estos encuentros de máxima exigencia. El mediocentro vasco aterriza a tierras levantinistas para trabajar duro, comprometerse con el objetivo, fortalecer la medular y dar ese punto extra de energía y determinación al equipo. Olasagasti ha llegado para ser un guerrero más a las órdenes de Calero, y demostrar, con pelea y buenas actuaciones, que es el hombre adecuado para reforzar la sala de máquinas. Cierto es que, su polivalencia y predisposición, le permiten adaptar a su juego distintas demarcaciones del campo, tanto de centrocampista como de banda.
Polivalencia: creatividad + trabajo defensivo
Sin duda, dos de las principales aptitudes futbolísticas de las que dispone del ex de la Real Sociedad son esa inteligencia táctica y versatilidad, que le permiten ocupar varias posiciones del campo y entender correctamente que su función en cada una de ellas. Además, su capacidad de resistencia y seguridad con balón le dan ese extra de calidad fundamental para poder adoptar varias zonas de la medular: mediocentro defensivo (MCD /”6″ /pivote), mediocentro más ofensivo (MC / “8”) o incluso de interior (banda). Por tanto, en términos técnicos del fútbol, se le denominaría un mediocentro mixto o híbrido, capaz de ayudar tanto en tareas defensivas como colaborar y adelantar posiciones hasta la zona de ataque. Esa combinación de facultades recuperadoras y creativas le dan la posibilidad de aportar cosas diferentes en ambas facetas.
Tanto es así que, con el Levante y bajo el esquema de 4-4-2 de Calero, ha adoptado distintos perfiles en los nueve partidos (tres de titular) que ha disputado. En esos 436 minutos totales —contando esa titularidad en el partido de Copa ante el Orihuela— Olasagasti ha jugado un 60 % de los encuentros de banda, concretamente en la izquierda, y un 40 % en ese doble pivote. Así lo demuestran los datos:
- Elche: banda / suplente
- Betis: banda / titular
- Girona: banda / suplente
- Real Madrid: banda / suplente
- Getafe: banda / suplente
- Rayo Vallecano: banda / suplente
- Mallorca: mediocentro / suplente
- Celta: mediocentro / suplente
- Atlético de Madrid: mediocentro / titular (asistencia)
- Orihuela Copa del Rey: mediocentro / titular
Por tanto, el centrocampista granota ha disputado más de la mitad de los partidos como jugador de banda o en esa posición de interior. El técnico madrileño, con el doble pivote Arriaga-Vencedor en plenas condiciones físicas, prefiere optar por el gipuzcoano en esa demarcación de “extremo”, donde pueda desplegar un fútbol más ofensivo y llegador, aunque protegiendo con esos esfuerzos defensivos su flanco. También para aportar esa línea de pase segura y combinaciones rápidas para salir al contragolpe. En resumidas cuentas, cumplir con ese rol de dar una mayor estabilidad al equipo y de conectar el juego defensa-ataque.
Consolidación en la Real Sociedad
En cambio, en su última temporada (2024-25) con la Real Sociedad, jugó la mayoría de sus partidos como mediocentro, aunque fue cambiando por las distintas demarcaciones de la medular. En esos 34 partidos jugados —22 en Liga (un gol y una asistencia), 6 en Copa (un gol) y 6 en Europa League (una asistencia) — jugó tanto en ese doble pivote junto a Zubimendi como de mediocentro más adelantado junto a Pablo Marín, respaldados por el centrocampista internacional con España, e incluso de pivote más defensivo. En efecto, Olasagasti fue un jugador importante en las distintas zonas del campo, aunque su posición más adecuada sería como mediocentro natural, ni muy abajo ni muy arriba. Así lo demuestran los datos de la campaña pasada: un 80% de precisión de pase, seis oportunidades creadas y 42 recuperaciones. Es decir, una combinación de varios registros. Con Imanol, a pesar de no ser un indiscutible en el once —con ese rol más de rotación— se convirtió en un jugador valioso para el club. De hecho, su repentina marcha a Orriols dejó sorprendidos a la afición txuri-urdin, plenamente consciente de que estaban ante un futbolista con un gran potencial.
Asimismo, en categorías inferiores del conjunto blanquiazul también destacó esa capacidad goleadora cuando se aproxima a situaciones más ofensivas. Concretamente, en la Real Sociedad B sumó once goles y tres asistencias, y en la Real Sociedad C firmó seis tantos. Todo ello en su conjunto lo deberá aprovechar el Levante, consciente de que probablemente este ante uno de los perfiles más multifuncionales de la plantilla. Por su parte, el de San Sebastián deberá esclarecer con hechos cuál es su posición ideal y adquirir ese protagonismo esperado tras el parón de selecciones.
Olasagasti responde
“Llevo desde hace mucho en la Real Sociedad. Todo se lo debo a ellos. He jugado de pivote, de central, de medio izquierdo, de mediapunta… y la verdad, que el estilo de juego que me han inculcado, me ha ayudado mucho a poder estar aquí ahora”. En cuanto a como se definiría como jugador y sus mayores virtudes el mediocentro vasco respondió lo siguiente: “Según la posición, creo que sé leer bien el juego y eso me puede ayudar también a adaptarme. Si juego por dentro, si juego por fuera. No es que diga soy más ofensivo o más defensivo, puedo aportar en ambos. Para ello, tengo que trabajar, está claro. Pero me comprometo mucho con el equipo e intento ayudar siempre a los compañeros”. Además, destacó como ese sentido del juego le permite adoptar distintos roles en el equipo. “Intento leer bien el juego y adaptarme lo más rápido posible a lo que me pide el míster, tanto en banda —derecha o izquierda– como de pivote. Creo que puedo aportar diferentes cosas en cada sitio, sabiendo lo que cada lado necesita. No tengo problema en ninguno”, concluyó Olasagasti.
Via: Super sport
