Una mañana de reconocimientos para la UD Las Palmas. Familia, goles y el recuerdo de una trayectoria pintada de amarillo enmarcada en un cuadro. Sonrisas, flashes y una instantánea que expone la tarde en la que el combinado de Luis García derrotó al líder de la categoría, el Racing de Santander, y homenajeó los 150 partidos de Loiodice y los 100 de Pejiño. En el otro lado de la moneda, Jesé Rodríguez volvió a pisar el terreno de juego después de su lesión y la sonrisa volvió a brillar en su rostro.
Tanto Pejiño como Enzo Loiodice, premiados con estar en el once inicial, recibieron sus respectivas camisetas enmarcadas de la mano del Vicepresidente de la entidad Nicolás Ortega. A pie de campo, sus familias esperaban para posar junto a ellos bajo el aplauso de los 21.400 aficionados amarillos presentes en las gradas.
Ambos firmaron un partido para el recuerdo, aunque el final de Enzo no fue el esperado al ser expulsado en los últimos minutos por una doble amarilla. Una acción que quedó entre paréntesis y que hace que el técnico ovetense tenga que buscar otra alternativa a un once en el que el francés ha sido titular en doce de los trece encuentros que se han disputado. Una temporada en la que además de ser uno de los inamovibles de Luis García, ha tenido que llevar el brazalete de capitán en cinco ocasiones, pasando a llevar una capa de invisibilidad con Diego Martínez el curso pasado, a ser un fijo para la UD de la regeneración.
Pejiño, una de las novedades de Luis García para aplastar al líder, fue el genio y figura en una tarde de éxtasis. Asistió a Ale García en el tercer gol de los amarillos y firmó uno de sus mejores partidos en la UD. Este curso suma 8 partidos, y ha sido protagonista en los tres últimos. «Tiene un talento descomunal», recalcaba el técnico sobre el futbolista, que ayer, en el día de sus 100 partidos, demostró que tiene calidad para dar y regalar.
Fue una tarde perfecta porque todos sonrieron. También lo hizo Jesé Rodríguez, que volvía a la lista de convocados después de cuatro partidos apartado por una lesión. Empezó desde el banquillo pero fue uno más: animó a sus compañeros, dio alguna que otra indicación a los suyos y tras casi toda la segunda parte calentando en la banda le llegó su momento: minuto 85, sale Ale García y Jesé le da el relevo al pichichi. Algo más de cinco minutos para reivindicarse.
Sin apenas oportunidades para poder demostrar —con el de ayer suma cuatro partidos este curso— el bichito empieza la carrera para recuperar su mejor versión y devolver a la UD a la Primera División, uno de sus sueños por cumplir como jugador amarillo.
Via: The Province – Diario de Las Palmas
