Luis Carrión ya es historia del Real Oviedo, una de las más efímeras y poco productivas, y el futuro inmediato parece pasar por Guillermo Almada (Montevideo, Uruguay, 1969), actual entrenador del Valladolid y al que Jesús Martínez profesa una fe ciega desde que le llevara a altas cotas en Pachuca. El 4-0 de Sevilla, unido a la pésima racha de resultados desde que el catalán sucediera a Paunovic, han provocado su despido, en una decisión tomada poco después del choque del Pizjuán y antes de subirse al avión de vuelta. Desde entonces, el Oviedo negocia con el Valladolid la llegada de Guillermo Almada como entrenador, en una operación desvelada en exclusiva por LA NUEVA ESPAÑA en su edición digital ayer por la tarde.
Por partes. La salida de Luis Carrión obedece a una decisión tomada por Jesús Martínez, dueño del Grupo Pachuca. La deriva del equipo en cuanto a resultados le ha hecho estar atento en las últimas fechas por si tenía que tomar una decisión, pero a Carrión le mantenía al menos la supuesta mejora en juego que no se traducía en victorias.
Pero Sevilla cambió el guion. La goleada y la imagen, unida a la pésima situación liguera, con la salvación ahora a cinco puntos, hizo que Martínez provocara el cambio. Según fuentes conocedoras de la situación, en el club se apostaba por una oportunidad más para Carrión, teniendo en cuenta, además, que el choque ante el Celta del sábado es el último antes del descanso navideño. Pero Martínez decidió cortar por lo sano.
Lo hizo para elegir al entrenador del que más se fía: Guillermo Almada, el hombre que le hizo vivir los mejores momentos en los Tuzos de Pachuca. Ahora, siempre que se cierre el acuerdo entre clubes, espera que corra la misma suerte en Oviedo, aunque la situación no es sencilla.
Jesús Martínez se ha apoyado en estos momentos tan complicados en Rafa Monge, asesor deportivo del Grupo Pachuca y hombre de la máxima confianza del azteca. Monge ya ha participado en otras operaciones para reforzar al Oviedo, pero desde hace algunos meses su influencia es mayor, especialmente desde que en el pasado mes de junio fuera nombrado como asesor deportivo del conglomerado azteca.
Para que Almada sea el tercer entrenador de la temporada en el Oviedo aún hay que limar los últimos detalles. La situación es un tanto atípica en el mercado de entrenadores, pues es el actual técnico del Valladolid, aunque no vive sus mejores momentos, cuestionada su labor por los últimos resultados.
Aunque esté entrenando al Valladolid, Almada podría dirigir en Primera siempre que se produzca una cesión de sus derechos federativos. Así pues, la llegada del entrenador depende del acuerdo entre clubes, con una gran relación entre propietarios. La posición del equipo pucelano, fuera de los puestos de ascenso, puede ser un factor que facilite la salida del uruguayo.
A sus 56 años, Almada tiene ante sí la oportunidad de entrenar en la máxima categoría de España. Supondría, además, el reencuentro con Jesús Martínez, con el que logró sus mayores hitos en Pachuca.
El entrenador (que fue antes un jugador con dilatada carrera en América) dirigió a Tacuarembó y River Plate, de Uruguay; a Barcelona de Ecuador y a Santos Laguna, de México, antes de aterrizar en Pachuca. Con los Tuzos, Almada logró el Apertura 2022 y, posteriormente, la Liga de Campeones de la Concacaf, en 2024. Además, su gran participación en el Mundial de Clubes ese mismo año le hizo acreedor de dos títulos adicionales oficiales de la FIFA.
Tras cumplir un ciclo de la mano de Pachuca, el pasado verano dio el salto a España para asumir las riendas del Valladolid. Sus números en Pucela no son los mejores: 6 victorias, 6 empates y 6 derrotas. El Valladolid es décimo en la clasificación de Segunda, a 4 puntos del play-off de ascenso.
Los números condenan
El entrenador que asuma las riendas, Almada si no hay cambios en el guion, se encontrará con una situación muy complicada. Con el Oviedo penúltimo (el Levante, colista, tiene un punto menos pero también un choque por jugar —el suspendido ante el Villarreal ayer—), la salvación se sitúa ahora a cinco puntos de distancia.
El Sánchez Pizjuán se convirtió en el epílogo de Carrión como entrenador del Oviedo en una tarde para olvidar que se suma a los resultados antes cosechados. El catalán dirigió al club azul en 9 partidos, 8 de Liga y otro de Copa, y no ha sido capaz de ganar ninguno. Son cinco derrotas y cuatro empates en su haber. Las igualadas en Gerona (3-3) y contra Osasuna (0-0), Rayo Vallecano (0-0) y Mallorca (0-0) se suman a los choques perdidos contra Espanyol (0-2), Ourense (4-2 y eliminación en la Copa), Athletic (1-0), Atlético de Madrid (2-0) y Sevilla (4-0) para dibujar un triste pasar en esta segunda etapa en el Oviedo.
Carrión asumió el cargo con el Oviedo situado en la 17.ª posición con 6 puntos en su casillero. Ahora, es 19.º, con 10 puntos, fruto de los cuatro empates logrados desde la llegada del catalán.
La APARO, crítica
Tras la salida de Carrión y en vista de lo acontecido, la Asociación de Peñas del Real Oviedo (APARO) emitió un comunicado en el que señala que “las decisiones adoptadas en los últimos tiempos, tanto en el plano deportivo como en el institucional, no han estado a la altura de las circunstancias. La falta de autocrítica, además, no hace sino aumentar la distancia entre el club y su masa social”. Afean además los peñistas que “la actitud mostrada por algún dirigente del club ante las legítimas protestas de la afición, reaccionando con gestos impropios y faltos de respeto hacia quienes sostienen al Real Oviedo partido tras partido”.
La APARO exige al club “que no vuelva a tomar decisiones de espaldas a su masa social, y que se trabaje desde la unidad y el respeto para intentar revertir la situación actual”, mientras que a los futbolistas les piden “que den el máximo en cada uno de los partidos que restan de temporada. Siempre tendrán a la afición oviedista a su lado, alentándoles y ayudándoles a lograr el objetivo de la permanencia”.
