Sport


La jugada del minuto 88 de San Mamés, en la que la defensa del Oviedo completa una serie de pases inofensivos ante los pitos incluso de la afición local, definió un segundo acto que dejó una sensación amarga en el oviedismo. Fue un ejemplo, pero sintomático del poco colmillo que había mostrado el equipo. No es de extrañar que desde el propio vestuario se haya dejado caer en las últimas dos semanas que no vale con tener la pelota, sino que hay que ser mucho más dañinos. Ese estilo redundante pero sin profundidad en el que ha caído en alguna ocasión el Oviedo de Carrión se encuentra este domingo con una prueba de aúpa: uno de los equipos que mejor presionan.

Source link

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *