La jugada del minuto 88 de San Mamés, en la que la defensa del Oviedo completa una serie de pases inofensivos ante los pitos incluso de la afición local, definió un segundo acto que dejó una sensación amarga en el oviedismo. Fue un ejemplo, pero sintomático del poco colmillo que había mostrado el equipo. No es de extrañar que desde el propio vestuario se haya dejado caer en las últimas dos semanas que no vale con tener la pelota, sino que hay que ser mucho más dañinos. Ese estilo redundante pero sin profundidad en el que ha caído en alguna ocasión el Oviedo de Carrión se encuentra este domingo con una prueba de aúpa: uno de los equipos que mejor presionan.
Colecciona alabanzas casi cada fin de semana el Rayo Vallecano de Íñigo Pérez por su estilo atrevido, sin complejos, que busca siempre cara a cara al rival. Puede tener malas tardes, que también las tiene, pero siempre se comporta de una manera parecida. No parece, a priori, el rival más sencillo para un Oviedo que muestra buenas intenciones pero que se pierde de camino a la ejecución de las mismas. Un asunto de confianza o de no tener lo suficientemente desarrollado su plan de juego, pero el caso es que, hoy por hoy, Oviedo y Rayo son dos mundos opuestos en cuanto a sus planteamientos se refiere.
De hecho, el Rayo Vallecano es el equipo de Primera que más posesiones recupera (es decir, se hace con la pelota y la mantiene en su poder) mientras que el Oviedo es el que menos. Así de sencilla es la diferencia entre ambos. 543 posesiones recuperadas por los de Íñigo por las 416 del conjunto dirigido primero por Paunovic y ahora por Carrión.
Si hay que buscar la zona donde pueden decidirse las cosas el domingo, la lógica apunta al centro del campo. Ahí es donde el enérgico Rayo se muestra más acertado. Dividiendo el campo en tres tercios, es en la zona media donde más posesiones ha recuperado, hasta ahora, 247, la segunda cifra más alta de la categoría solo por detrás del Athletic, 253. Hay que ir al fondo de la tabla para ver al Oviedo, con 163 recuperaciones en la zona de medios, el que menos de Primera, aunque a solo dos del Valencia.
No obstante, como la mayoría de conjuntos de la categoría, es el tercio defensivo donde Oviedo y Rayo concentran el mayor número de robos: 224 los azules y 258 los vallecanos, lo que les vale para ser el décimo y el quinto de Primera respectivamente. Para encontrar un punto en común es que ninguno parece especialmente efectivo en la presión adelantada: el Oviedo se ha hecho con 29 posesiones en el último tercio del campo (el 19.º de la Liga) y el Rayo con 38 (17.º).
En cuanto a los nombres propios, el duelo clave se vivirá, otra vez, en la medular. Dendoncker (42) lidera al Oviedo en posesiones ganadas y Pape Ciss (58) a los rayistas.
Sin cambio con Carrión
Otro detalle que muestran los números es que, al contrario de lo que algunos esgrimen de puertas hacia dentro en el club, el nivel de recuperaciones del Oviedo no ha cambiado de forma significativa con el relevo en el banquillo. De hecho, los azules recuperan ahora menos posesiones con Carrión, 34,2 por partido por las 34,9 que se registraron con Paunovic.
Sí se observa una tendencia, pendiente de confirmar en próximas fechas, de morder más arriba, aunque de momento a falta de más efectividad. Así, con Carrión, el Oviedo recupera 2,75 posesiones por choque en el último tercio cuando con Paunovic eran 2,25.
En las otras zonas del terreno de juego, impera el Oviedo del balcánico, que se hacía con 18,75 posesiones en su primer tercio y con 13,9 en el segundo, por los 18,5 y 13, por debajo, de los últimos cuatro choques con Carrión.
