Una vez más, Yáñez volvió a salvar al Sporting. O esto era lo que se pensaba al descanso del partido contra el Mirandés, cuando el equipo enfilaba el túnel de vestuarios por delante en el marcador gracias al penalti de Dubasin y a dos paradas de categoría del guardameta de Blanes. El portero rojiblanco va camino esta temporada de cumplir los 100 partidos con el Sporting y siendo el jugador más en forma de la plantilla. No obstante, las sensaciones que tiene la afición no responden a las estadísticas de un portero que ha encajado más goles de los que debería y que ha tenido que trabajar más que ninguno en la categoría.
El encuentro en Vitoria fue una buena muestra de que, pese a que el equipo empiece con una idea clara, tiene que ser Yáñez el que saque las castañas del fuego. Actualmente, es el guardameta de la categoría que más paradas realiza por encuentro, con 3,8 cada 90 minutos de juego. Por detrás, y a falta de que termine la jornada, le siguen Carlos Martín, del Córdoba; Alfonso Herrero, del Málaga; y Andrés Fernández, del Almería. Con un partido menos, estos tres porteros intervienen 3,5 veces, pero han dejado menos goles en contra: 14, 15 y 18, respectivamente, frente a los 19 de Yáñez.
Para poner en valor estos números, solo basta con compararlo con otro ilustre de la categoría como Dino Horkaš, guardameta de Las Palmas que realiza 1,9 intervenciones cada encuentro. Estos números explican de una manera simple uno de los grandes deberes del Sporting: las excesivas ocasiones que deja al rival. También tiene otra lectura, y es que tener un seguro en la portería es un gran paso para lograr los objetivos marcados para final de temporada.
Los acercamientos de los rivales se mantienen en la línea de la temporada pasada, donde en 39 partidos realizó 123 intervenciones, y va camino de superar las de su primera campaña en el conjunto rojiblanco, donde en 40 encuentros, atajó 104 balones. En las 13 jornadas que ha disputado, ya ha tenido que intervenir en 49 ocasiones. La llegada de Borja Jiménez le dio una tregua en la portería, apuntalando la defensa y evitando que se jugase con peligro en campo propio.
Ante el Mirandés, fue el primer encuentro en la etapa del técnico abulense en el que Yáñez tuvo que intervenir hasta en siete ocasiones. Solo había ocurrido dos veces esta temporada. Frente al Ceuta en la segunda jornada y frente al Almería, donde se jugó 40 minutos con uno menos. Precisamente, en este partido le llegaron a tirar hasta en nueve ocasiones, las mismas que en Mendizorroza y tope máximo de lo que va de temporada.
Todos estos datos refuerzan la idea que ha mantenido el club durante meses y que fue adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, confirmando su renovación, hace pocos días, hasta 2028, o lo que supone lo mismo, dos temporadas más. El guardameta podrá cumplir cinco campañas en Gijón, donde se ha establecido en el equipo de forma indiscutible como fijo bajo palos, demostrando un rendimiento superior a la categoría y también se ha consagrado como ejemplo y capitán dentro del vestuario.
Via: The New Spain
