El pádel mundial vuelve a poner el cartel de sold out para una final que ya es historia antes de jugarse. Arturo Coello y Agustín Tapia contra Ale Galán y Fede Chingotto, número uno contra número dos del mundo, los eternos duelistas que se disputan el trono global en la FIP World Cup Pairs de Kuwait. Un enfrentamiento que condensa la esencia del pádel moderno: potencia, talento, estrategia y una rivalidad que ha marcado los dos últimos años.
Coello y Tapia llegan a la cita con su habitual autoridad. La pareja más dominante del circuito se impuso en semifinales a Coki Nieto y Mike Yanguas en un partido lleno de trampas y altibajos, resuelto con oficio y carácter en el tie-break del segundo set. El marcador (6-4, 7-6) no refleja del todo la intensidad del duelo ni el mérito de unos Yanguas y Nieto que estuvieron a dos puntos del tercer set antes de que el vendaval argentino-español apareciera de nuevo.
Tapia, que había tenido un día irregular, recuperó su versión “Mozart” en el momento más crítico, firmando una remontada de 2-5 a 7-5 en el tie-break final. A su lado, un Coello imperial sostuvo a la pareja con un despliegue impecable de defensa y precisión ofensiva. Fue el punto final de una semifinal que confirma por qué, incluso sin brillar, los número uno siempre encuentran la forma de ganar. Con esta victoria, suman su decimoquinta final del año y buscan levantar su undécimo título.
“Sabemos que Coki y Mike son durísimos. No hay partido tranquilo contra ellos, y en una pista lenta aún se hacen más incómodos”, explicó Tapia tras el encuentro. Coello, más reflexivo, habló sobre la presión por mantener el número uno del ranking FIP: “Sí, la presión existe. Podemos perder el primer puesto, pero antes que eso somos Agustín y Arturo. Si lo perdemos, seguimos siendo los mismos”. Y añadió: “Este Mundial nos importaba muchísimo. No fuimos a Egipto para prepararlo bien, y creo que llegamos en el punto justo de forma”.
En el otro lado del cuadro, Galán y Chingotto firmaron una semifinal impecable ante Paquito Navarro y Jon Sanz, a quienes derrotaron por 6-4 y 6-2. El primer set fue de intercambios frenéticos y breaks cruzados, pero a partir del segundo, los número dos impusieron su ley, mostrando una versión compacta y arrolladora. Fue la confirmación de un crecimiento sostenido durante toda la temporada.
“Estamos listos para darlo todo”, declaró Chingotto, con su habitual mezcla de calma y determinación. “Tenemos muchas ganas de ganar nuestro octavo torneo. El resultado será consecuencia del trabajo”. A su lado, Galán fue más directo: “El objetivo es ganar. Siempre. También mañana, claro”. Dos frases que resumen el espíritu competitivo de una pareja que no se conforma con ser segunda.
La final de Kuwait será la número 26 entre ambas duplas desde 2024, con un balance de 17 victorias para Coello y Tapia frente a 8 para Galán y Chingotto. Sin embargo, el equilibrio actual es mayor que nunca: este año, los españoles y el argentino han ganado 7-3, pero casi todos los partidos se han decidido por pequeños detalles. La última alegría fue para Galán y Chingotto en la final del P1 de Milán, el 12 de octubre, una victoria que les dio confianza y los mantiene en plena pugna por el trono mundial.
Este domingo, a las 19:00 hora local (17.00 horas en España), el Central Court BNK del Arena Kuwait será el escenario del enfrentamiento más esperado del año. “El año pasado nos superaban con más claridad”, reconoció Galán, “pero ahora todo está más parejo. Sentimos que nuestro nivel es superior, incluso cuando no ganamos”. Dos parejas en plenitud, una rivalidad encendida y un título mundial en juego. Nada más que pedir para la gran final del pádel mundial.
