Pepe Crespo es del Real Oviedo, eso lo tiene bien claro. Pero, como le sucede a muchos futboleros, siempre hay un pequeño hueco para un segundo equipo, alguno al que le tienes cariño, que te cae especialmente bien. En su caso es el Athletic de Bilbao, un clásico. Para Pepe, de 10 años, uno de los objetivos de esta temporada era visitar San Mamés para ver a su Oviedo. La parte triste de esta historia es que también ese era el objetivo de su padre, José Crespo, que falleció por una repentina enfermedad el pasado septiembre cuando solo tenía 41 años. Acérrimo oviedista, José no pudo disfrutar del día más especial con Pepe, pero ha sido su familia la que ha recogido el testigo para lograr que Pepe disfrute de un fin de semana especial.
Para que la jugada fuera aún más única se necesitó de un altavoz y de la colaboración del Athletic Club, entidad que cuida con esmero este tipo de detalles. El altavoz lo usó Toño Bernardo, colaborador de LA NUEVA ESPAÑA, cuando el pasado 2 de octubre publicó en estas páginas un emotivo artículo dedicado a José Crespo, al que le unían lazos afectivos y familiares, y en él contaba la cuenta pendiente que quedaba con el pequeño Pepe cuando llegara la cita de San Mamés.
“Tú, con esa pasión incondicional que derrochabas, como padre que vivía por y para sus hijos, tenías marcado en rojo el partido a disputar en San Mamés, a donde ibas a llevar a tu ‘ojito derecho’, para que conociera Lezama y disfrutara del ambiente en ‘La Catedral’. Cada vez que te veía, me lo recordabas: ‘Vamos a llevar a Pepe a San Mamés. Hay que conseguir entradas como sea’”, escribió Bernardo en este periódico. Y la solicitud no tardó en llegar a oídos de la Fundación del Athletic de Bilbao.
“Desde el primer momento, nos encontramos con la total predisposición de la gente del Athletic, en especial de Galder Reguera (Director Estratégico y de Operaciones en la Fundación del club vizcaíno) para hacer que Pepe viviera un fin de semana especial”, cuenta desde Bilbao Toño Bernardo.
Porque el Athletic quiso que la cita se ampliara, que no fuera solo un partido de fútbol. Por eso, ayer mismo, Pepe, junto a su madre Ana Abril y más familiares, disfrutaron de la previa del Athletic–Oviedo con algunos privilegios. Por la mañana, visita a Lezama, ciudad deportiva rojiblanca, donde Pepe pudo mostrar orgulloso la camiseta firmada por la plantilla del Athletic que los amigos de su padre le habían hecho llegar. Por la tarde, visita al museo del club, para empaparse de la historia de uno de los clásicos de La Liga.
El viaje se completará hoy a partir de las 2 de la tarde en San Mamés con un Athletic–Oviedo que Pepe lleva deseando vivir desde el ascenso del pasado 21 de junio. Apoyando a los de azul, claro, aunque con el corazón un poco dividido, eso sí. Disfruta, Pepe, y queda saldada la cuenta de José con su hijo, gracias al esfuerzo de su familia y a la sensibilidad del Athletic con el pequeño.
Via: The New Spain
