La recta final del Clásico dejó el ambiente muy tenso, como si hubiera cuentas pendientes cuando el árbitro sopló el silbato. La tensión acumulada durante los noventa minutos buscó un rostro y acabó señalando a Lamine Yamal, epicentro involuntario del alboroto. Dani Carvajal fue el primero en acudir a su encuentro. La relación como compañeros en la Selección quedó aparcada en un cajón cerrado con llave, porque en un duelo así nadie concede treguas.
Con gestos directos y mensaje implícito, el capitán blanco le recordó al joven culé sus declaraciones en la previa. “Habla, habla…”, parecían decir sus manos, avivando un fuego ya encendido.
Aquello actuó como imán para el resto. Los jugadores acudieron al tumulto como abejas al panal, rodeando la escena en segundos. Entre ellos surgió la figura imponente de Courtois, que tampoco quiso perder la oportunidad de hacer valer su voz y sumarse al intercambio de reproches. El Clásico terminó sobre el marcador, aunque el partido emocional siguió vivo durante unos instantes más, demostrando otra vez que estos duelos no solo se juegan con los pies, también con el orgullo.
“Fue un carnaval”
Jorge Valdano analizó en Movistar + la tanga del final del encuentro, dejando un análisis para reflexionar sobre la actitud de los jugadores de ambos equipos. “Al final del partido, hubo una representación, en la que cada jugador intentaba mandarle un mensaje a sus aficionados. ‘Estoy enfadado con Lamine, me peleo con Lamine, soy madridista…’. Una especie de carnaval a la que no le doy demasiada importancia”, empezaba diciendo el exfutbolista del Real Madrid.
El comentarista cree que Lamine es joven y debe medir sus palabras, para que no le vuelvan a suceder cosas como las del domingo. “Lo que no midió bien Lamine fue el alcance de sus palabras, probablemente porque todavía no ha sincronizado su importancia futbolística con su importancia personal, en aquellas cosas que dice. Tiene 18 años, entendámoslo. Lo que han hecho esas palabras, es generar un estado de excitación al Bernabéu, que han motivado muchísimo a los jugadores del Real Madrid, que han jugado con un nivel de emoción, muy superior al que íbamos viendo en los últimos partidos, y esas palabras fueron las que encendieron la máquina”, decía.
Las palabras del de Rocafonda le proporcionaron al Real Madrid un plus de motivación sobre el césped, que no se había visto en las últimas jornadas. Sin embargo, todo quedó en el Bernabéu y en los próximos días veremos si hay más reacciones.
