El Real Sporting visita el siempre difícil campo de El Alcoraz, donde año tras año la Sociedad Deportiva Huesca intenta hacerse fuerte e intentar que sus resultados como local le lleven a cumplir sus objetivos. Allí su gente aprieta mucho y está muy encima del rival, no es un campo cómodo.
Después de un año magnífico, donde coquetearon los primeros puestos durante muchas jornadas, la poca profundidad de plantilla, junto a que les hizo muy largo el campeonato, les dejó sin play-off. Para mí fueron uno de los equipos que mejor propuesta hizo tanto de local, como de visitante.
La salida de un técnico del nivel de Antonio Hidalgo al Deportivo ha sido un duro golpe y por ahí el proyecto nuevo empezó a tambalearse. Si le unimos la pérdida de jugadores determinantes el año pasado como Gerard, Loureiro, Muñoz, Soko, Vilarrasa y Hernández, muchos de ellos la columna vertebral del equipo, hacen que el cuadro aragonés tenga menos mimbres de nivel para competir.
El nuevo proyecto se le da a un técnico muy joven, con muy poca experiencia en niveles profesionales como es Sergi Guilló. Creo que se le hizo un mundo manejar tanto los conceptos y los valores de una categoría tan igualada y dura como ésta, como manejar un vestuario donde no había el ambiente apropiado para competir como una familia. Posiblemente será un buen técnico en un futuro y aprenderá de errores cometidos.
Han hecho incorporaciones de un buen nivel para la categoría como Piña (Eldense), Julio Alonso (Mirandés), Jesús Álvarez (Ibiza), Luna (Mallorca), Ojeda (Burgos), Beltrán (Mérida), Portillo (Real Oviedo) junto a los jóvenes Ntamack y Enol. El Huesca se ha movido en un bloque bastante bajo, con tres centrales que han cometido muchísimos errores individuales, y que les cuesta un montón defender los espacios hacia atrás, con dos carriles con problemas tanto para atacar, como defender. Nunca han encontrado un equilibrio en su juego. En la zona de pivotes, tienen jugadores para mí de muy buen nivel, como Sielva y Jesús Álvarez, junto a un todoterreno como Kortajarena. Es la mejor estructura del equipo.
En ataque, jugadores de calidad como Portillo, Luna, Liberto y Ojeda, ninguno de momento ha dado ese plus de calidad para elevar el nivel del equipo. En las posiciones de “9”, un mítico como Enrich, una apuesta de futuro como Ntamack y un asturiano como Enol, que tiene una pinta fantástica, con un físico enorme junto a una buena potencia al espacio y un hambre terrible por ser profesional. Este último suma tres goles lleva ya como máximo goleador oscense; a veces no hay que ir tan lejos a buscar jugadores que mejoren lo que tú tienes, a veces coger un coche y hacer kilómetros ayuda a fichar jugadores buenos y baratos, sobre todo con hambre y necesidad para ser futbolista profesional.
La llegada de Bolo al equipo trajo una derrota dolorosa en el derbi ante el Real Zaragoza y unas malas sensaciones tanto individuales como colectivas. El técnico vasco ha encontrado un equipo al que le cuesta mucho dominar tanto las facetas ofensivas como defensivas, un equipo con poco nivel para construir juego y pocos jugadores desequilibrantes individualmente, y sobre todo un grupo anímicamente muy tocado, con casi dos meses sin ganar.
Bolo intentará introducir sus conceptos y su metodología de trabajo, buscará un equipo que transite muy rápido, un equipo que llegue mucho por fuera tanto con lateral y extremo para sacar muchos centros laterales, un equipo donde la figura del delantero centro tome protagonismo tanto en el juego directo como en el juego exterior. Sobre todo, un equipo más agresivo en los duelos y en los balones divididos, algo que el pasado domingo perdieron casi en su totalidad. Al bueno de Bolo le queda trabajo por delante para dar forma al equipo que él tiene en su cabeza, pero no olvidemos que los entrenadores somos extractores de rendimiento y a veces queremos cosas de los jugadores que no nos pueden dar. No será tarea fácil.
Partido de los que yo llamo “feo”, un campo que nunca es cómodo para el rival , haciendo una temporada floja solo han perdido de locales en una ocasión. Un rival que no es de los de arriba y que está muy necesitado, junto a una hora peligrosa y mucho frío, una mezcla que a los asturianos no les suele ir bien.
El partido contra Mirandés tiene que servir de ejemplo: si no vas con todo y ganas duelos y segundas jugadas; si no utilizas tu mayor calidad para imponerte en medio campo e impedir que el rival te meta atrás con su juego directo; si no eres capaz de evitar errores defensivos y mantener una tensión competitiva brutal, pero sobre todo si no igualas o superas el estado de necesidad de un rival muy tocado pero a la vez muy necesitado, vas a pasarlo muy mal y volverás a estar cerca de la derrota.
Para ganar fuera, primero hay que competir a un nivel altísimo, hacerle un partido muy exigente a un rival que no lo está pasando bien. Es cierto que el Huesca es un equipo con muchos problemas, pero no caigamos en el error de Mendizorroza y darles vida para que acaben empujándote y metiéndote cerca de tu área. Los rojiblancos tienen más calidad individual y colectiva, pero hay que demostrarlo en el verde amigos y, sobre todo, no olvidarse nunca de lo que mueve en la vida el estado de necesidad.
A disfrutar.
