El Celta-Barça comenzó envuelto en una escena tan inesperada como confusa. Justo antes de que el árbitro señalara el inicio, Hansi Flick advirtió a Dani Olmo de que Marc Casadó no podía jugar y que debía salir él en su lugar. Casadó, que ya estaba preparado en el túnel de vestuarios, tuvo que quedarse fuera en el último segundo, mientras Dani Olmo se vestía a toda prisa para incorporarse al equipo titular.
El Celta, que ya se encontraba sobre el césped preparado para la foto del once inicial, asistió sorprendido a la improvisada entrada de Olmo, que saltó directamente al campo para hacerse la foto de equipo sin tiempo para calentar. La situación generó desconcierto en el banquillo local y una visible sensación de improvisación en el arranque del partido.
Pero en ningún momento había arrancado el partido y solo se estaban haciendo los actos protocolarios previos.
Tras el encuentro, Claudio Giráldez no escondió su malestar por lo ocurrido y lo calificó como algo “extraño” desde el punto de vista reglamentario: “Al menos un cambio de alineación, algo extraño cuando va a empezar el partido, que nos modifica un poco durante unos minutos cómo ajustarnos con esta situación de Casadó. Qué raro, a nivel reglamentario, que no suponga ni siquiera una sustitución”.
El técnico del Celta insistió en que el movimiento de última hora del Barça afectó al planteamiento inicial de su equipo, que tuvo que reajustarse en pleno arranque. “Nos despistó durante unos minutos”, reconoció Giráldez, sorprendido de que un cambio de jugador instantes antes del pitido inicial no cuente como sustitución oficial.
