Ousmane Dembélé ganó el Balón de Oro; Luis Enrique, el premio al mejor entrenador; Desiré Doué el Golden Boy… Y ahora, Achraf Hakimi, también pieza clave del mejor Paris Saint-Germain de la historia, recibe su merecido galardón en África. El lateral marroquí ha sido distinguido con el Balón de Oro africano y sucede a Ademola Lookman como mejor jugador del continente.
Tras haber sido finalista en 2023 y 2024, el futbolista del PSG se impuso a Mohamed Salah y Victor Osimhen en la ceremonia de entrega del trofeo este miércoles en Rabat, Marruecos. A la tercera va la vencida, suelen decir. Un premio que Hakimi recogió cojeando, ya que se está recuperando de su lesión sufrida en el duelo de Champions League contra el Bayern, y que le dibujó una sincera sonrisa en el rostro.
De este modo, el exjugador del Real Madrid, pese a la amenaza de un juicio por violación, se convirtió en el primer jugador de la Ligue 1 en ser nombrado Futbolista Africano del Año desde el senegalés El-Hadji Diouf -jugador del RC Lens en aquel entonces- en 2001 y el primer marroquí que lo gana desde hace 27 años: Mustapha Hadji, en 1998.
Superó a Osimhen y Salah
El año pasado, el premio se lo llevó un nigeriano, Ademola Lookman, delantero de la Atalanta, pero esta vez el futbolista del PSG era el gran favorito para hacerse con el galardón. Osimhen venía de ser el mejor jugador de la liga turca y Salah de hacer una primera vuelta espectacular en la Premier League, pero la temporada de Hakimi fue indudablemente superior.
Clave para Luis Enrique desde el primer día, marcó en la final de la Champions League contra el Inter de Milán (5-0), torneo que cerró con cuatro goles y tres pases de gol. Desde el 1 de enero firmó ocho goles y terminó el curso con 11 dianas y 16 pases de gol y múltiples títulos: Ligue 1, Copa de Francia, Champions League y Supercopa de la UEFA. La única ‘mancha’, la derrota contra el Chelsea en la final del Mundial de Clubes, torneo disputado en Estados Unidos, que despidió con dos goles y dos asistencias en siete duelos.
Hakimi and Dembélé, after winning the Champions League against Inter / CHRISTOPHER NEUNDORF / EFE
Además de ser vital en París, Hakimi también es indispensable con su selección, Marruecos, donde a sus 27 años se destaca como el capitán y el mejor jugador del equipo. Sin duda, es la gran estrella de unos Leones del Atlas que quieren dar guerra en el Mundial de 2026.
