En el último minuto, a la desesperada, redimiendo todos sus fallos anteriores, Einar Galilea colocó un balón de oxígeno en La Rosaleda en forma de gol en el minuto 90+4 en el estreno de Funes. Victoria agónica del Málaga CF que no puede tapar cómo el equipo volvió a dejar ir un doblete de Adrián Niño por parte de un Mirandés al que le bastó poner un par de balones a la espalda de la defensa blanquiazul.
El central salva el incendio del césped, pero no el de la grada y la afición. Si el sábado aparecieron pintadas, la banda sonora de este domingo, ya con el balón en juego, fue “José María, dimisión”, “Loren, dimisión” y “Kike, vete ya”. A cada pequeño parón, La Rosaleda cantaba a pleno pulmón con 19.739 personas, la peor entrada de la temporada. Si a eso se le suma que todos los rivales directos sumaron y que el equipo partía desde la 20ª posición…
Al menos, el fútbol sirvió para acompañar al equipo. Había muchas incógnitas que resolver acerca del nuevo Málaga CF de Funes. Las ocasiones empezaron a caer del lado blanquiazul. Primero fue Einar tras un centro de Víctor, siguió Adrián Niño con un disparo a las manos de Nikic. Ocasiones, sí, pero sin fluidez en el juego, llegando a tener el Mirandés más protagonismo con el balón. Alberto Marí puso a prueba a la defensa sin peligro.
Goles como antídoto
Todo estaba siendo a medias. Los blanquiazules atacaban sin tener las posiciones claras, presionaba dejando muchos espacios y el conjunto burgalés se aprovechó con un balón a la espalda de Víctor García que no aprovechó Carlos Fernández. Se paró el partido por un aparatoso cabezazo entre Izan Merino y Bauza, y esa charla cambió el partido.
Cayó el balón en los pies de Alfonso Herrero después de que el árbitro no señalara una plancha sobre Recio. Empezó a entonarse el centro del campo blanquiazul. Recibió Niño en la frontal, abrió a Dotor en banda derecha y la pared volvió al ’21’ para abrir la lata con un derechazo (1-0). Solo dos minutos después, Joaquín presionó la salida rival. Nikic salió de su portería y una secuencia de rebotes acabó en el ariete, que marcó a puerta vacía para poner en pie a La Rosaleda (2-0).
Apagón del Málaga
Sirvió como bálsamo. La presión era mucha menos y tampoco agobió un Mirandés que, pese a ir penúltimo, tampoco hizo mucho por calentar el ambiente. Apenas tuvo que estirarse el capitán blanquiazul a un disparo de Helguera, Carlos Fernández envió el rechace al lateral de la red con todo a favor.
Funes no tardó en mover el árbol tras el descanso. Salió Dotor y entró al partido Rafa, más como interior que como mediapunta. Cuando el Mirandés parecía fuera mentalmente por continuas protestas -amarilla al técnico Jesús Galván y expulsado el portero suplente-, la dupla Galilea-Recio exhibió sus costuras para correr hacia atrás. Alberto Marí se vio solo ante Alfonso y no dudó para poner el 2-1.
Se apagó el Málaga CF. Ni ocasiones ni fútbol, poco ritmo y pitos en La Rosaleda para espabilar a los jugadores. El partido estaba cogiendo tintes de aquel empate contra el Granada, también con un doblete del ‘9’. Ni el palo parecía estar del lado de los suyos al repeler lo que podría haber sido el gol de Joaquín. El malagueño y el bigoleador se marcharon para dar entrada a Lobete y a Chupete.
El porcentaje de la posesión del Mirandés estaba siendo aplastante en esta segunda parte y los murmullos aparecían más y más. Los apagó un derechazo de Rafa que Nikic despejó como pudo. El equipo perdió toda la tensión competitiva posible y lo acabó pagando como se veía venir. Petit, que acababa de entrar, cabeceó entre Galilea y Recio para batir a un Alfonso que hizo la estatua. En el campo, los brazos en jarra. A la desesperada ya con Haitam y Jauregi.
Heroica
Intentaron todos vestirse de salvadores, a hacer la guerra por su cuenta. Rafa probó su suerte con un derechazo y Alfonso tuvo que salvar el 2-3. La desesperación ya era absoluta. Puso un centro Víctor, el rechace cayó en Lobete y por ahí apareció en el área Einar Galilea para poner el definitivo 3-2. Un balón de oxígeno que le da tiempo a Funes para trabajar con tres puntos en el saco y que propulsa al Málaga en la clasificación.
