El Barça sigue intratable en la Euroliga y confirmándose, a día de hoy, como uno de los equipos más en forma de todo el baloncesto europeo. El conjunto azulgrana barrió a Olympiacos por 98-85 tras un tercer cuarto brillante (30-17) en el que los hombres de Xavi Pascual mostraron todo su potencial defensivo y estuvieron incansables con las recuperaciones de balón.
Ha dejado de ser novedad que Will Clyburn lidere el ataque azulgrana, pero el alero estadounidense se volvió a salir con 28 puntos, bien escudado por otra noche inspirada para Kevin Punter (24).
El ambiente que se respiró en el Palau fue el de las grandes noches europeas. La venta de entradas exclusivamente a socios evitó cualquier problema o tensión en la grada, mientras que los más de 200 aficionados de Olympiacos presentes en el feudo azulgrana se ubicaron en la habitual zona visitante.
Arranque fantástico de Clyburn
Will Clyburn volvió a liderar al Barça en los primeros minutos tras un gran arranque (11-4). No suele fallar a las citas importantes el alero estadounidense, al igual que un Evan Fournier que tomó el testigo de Nikola Milutinov en el ataque rival para castigar con su talento desde el exterior.
A Olympiacos, que rasca en cada defensa, le señalaron la primera personal del partido cuando quedaban 24 segundos para finalizar un primer periodo que se apuntaron los de Georgios Bartzokas por un ajustado 21-22. De nuevo, minutos de enorme calidad de un Clyburn en el segundo cuarto, prácticamente imparable para Olympiacos.
El estadounidense se marchó al descanso con 16 puntos, anotando de todas las maneras y de todos los colores. ‘Toko’ Shengelia, intenso una vez más en ambos aros, también aportó en ataque, y tras una primera mitad vibrante, cumpliendo con las altas expectativas generadas con el partido, el Barça se fue a vestuarios con una ventaja de tres puntos (42-39).
Tornike Shengelia, in the Euroleague match against Olympiacos / Dani Barbeito
Exhibición azulgrana en el tercer cuarto
La segunda parte arrancó con algunos minutos de igualdad, pero tras el 49-45 tras dos tiros libres convertidos por Sasha Vezenkov, el equipo se desató. Parcial de 10-2 comandado por el ‘big three’ azulgrana: Punter, Shengelia, y un triple en contraataque de Clyburn que desató la locura en el Palau (59-47). Todo ello, acompañado por otra gran actuación de Jan Vesely, y con esa sensación de que si el pívot checo se resfría, el Barça tendrá problemas.
El Barça estaba asfixiando en defensa a Olympiacos y los hombres de Pascual no paraban de recuperar balones. La comunión con el Palau estaba siendo total, y el festival de recuperaciones no paraba. Punter se apuntó la que precedió el 67-49 que culminó el neoyorquino con un mate a dos manos. Bartzokas, desbordado por todas partes, se vio obligado a parar el partido ante la que le estaba cayendo. Logró despertar Olympiacos con alguna acción de Tyler Dorsey, pero el Barça firmó uno de los mejores cuartos de la temporada: 30-17 y una ventaja de 16 puntos muy valiosa para entrar al asalto final (72-56).
Olympiacos reaccionó, si bien es cierto que el Barça seguía controlando bien el encuentro. Joel Parra se llevó un codazo involuntario de Vezenkov en su nariz, y pese a que tuvo que marcharse ensangrentado al vestuario, dicha acción no descentró a sus compañeros, que seguían mandando con comodidad (81-64).

Joel Parra ended up with a bloody nose in the match against Olympiacos / Dani Barbeito
La segunda unidad mantuvo la ventaja, y los titulares regresaron a pista para acabar sellando el triunfo por 98-85. El Barça ya tiene el doble de victorias que derrotas en la Euroliga (10-5), y el mensaje que manda al resto de equipos es claro y contundente: jugando así, este equipo no tiene límites.
