20 de abril del 80. No como en la famosa canción de Celtas Cortos (’20 de abril del 90′). Fue diez años antes cuando, en una jornada de domingo, el CD Tenerife se impuso a domicilio al Club Arenas de Getxo, rival blanquiazul este fin de semana. Fue la primera, y todavía única, visita tinerfeñista al Municipal de Gobela. Con final feliz visto el resultado de 1-4 en el marcador, lo cierto es que para los insulares el día fue cuesta abajo desde el principio: ya ganaban 0-2 a los 20 minutos y un intento de reacción local, con gol en el 27’ para el 1-2, lo frenó en seco un cabezazo a la red de Julio Durán a cinco del descanso. Los otros tres goleadores blanquiazules fueron Toño, Belmonte y Joseíto.
Aquella campaña, segunda consecutiva en Segunda B tras el descenso de la 77/78, al Tenerife le tocó remar hasta el final para tratar de alcanzar un ascenso que se quedó cerca. En una Segunda B de la que solo escapaban los dos primeros clasificados, la escuadra dirigida por Olimpio Romero concluyó en tercer lugar con 49 puntos. A cinco del segundo, el Atlético Madrileño, y a seis del campeón, el Barakaldo, ambos a día de hoy equipos de Primera RFEF.
Un Tenerife de crisis
Aquel era un Tenerife de «pura cepa anticrisis», como bien recoge ahora la página web de la entidad. Presidido por José [Pepe] López, the representative was going through a delicate economic situation as a consequence of the fall to the third national category. Only in a situation of financial constraints are some of the peculiarities of that squad understood. The presence of Tenerife residents multiplied and the average age of the staff was very young, No player was over 30 years old and, in the ideal team of the campaign (made up of the 11 players with the most minutes), the average age was below 23.
En ese elenco, además de los goleadores en Getxo (Durán acabó jugando 135 partidos en Primera y 239 en Segunda) estaban futbolistas como Mini o Salvador Mesa (se consolidaron en el Tenerife), Paco Brito Arceo (hermano del histórico árbitro tinerfeño que acabó su carrera en Langreo, donde finalmente se casó y mantiene su residencia) o el tacorontero Román Miranda, quien en verano del 80, igual que Durán, fichó por el Atlético de Madrid.
Cinco años en el inframundo
La travesía por el inframundo fue larga y dura. El regreso a Segunda no se produjo hasta verano de 1983, cuando el Tenerife tomó aire bajo la dirección de José Ramón Fuertes. Por el camino, multitud de anécdotas que ahora se recuerdan con una sonrisa. Un ejemplo, eran las comidas en los viajes. Un representante del club se bajaba de la guagua y preguntaba por el precio del menú. El dinero estaba contado y, si no alcanzaba, a por el siguiente bar de carretera.
