El Gobierno valenciano quiere abrir un tiempo nuevo tras el anuncio de dimisión de Carlos Mazón. Pese a que la fecha de caducidad del Ejecutivo valenciano es incierta (podría disolverse en pocos meses si no hay pacto entre PP y Vox para investir a un relevo de Mazón o reformarse en semanas si hay acuerdo), la Generalitat parece decidida a intentar reconducir en ese periodo de interinidad tanto su relación con el Gobierno central como con las víctimas de la dana, muy deterioradas ambas tras un año convulso y repleto de crispación. El todavía president se había convertido en un escollo insalvable en ambos casos.
Aunque sigue en el cargo hasta resolver su sucesión, la renuncia de Mazón parece entenderse por la Generalitat como una oportunidad para cambiar el paso. El president continúa en activo y conserva todas sus funciones (salvo la de disolver las Corts), pero se ha apartado del foco en las últimas horas: el martes presidió el pleno del Ejecutivo regional y desde entonces no ha tenido agenda ni ha pisado el Palau. Se encuentra en Alicante, su ciudad natal, rodeado de su círculo más próximo.
Coincidiendo con ese repliegue, el protagonismo para esta nueva fase se desplaza hacia el nuevo vicepresidente segundo, Vicente Martínez Mus, quien ha ganado foco durante este último ejercicio dado su papel en la recuperación de equipamientos tras la dana. El conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, elevado por Mazón tras la primera crisis de la Generalitat Valenciana tras la ruptura con Vox, ha asumido el cargo de vicepresidente y las competencias que deja el teniente general retirado Francisco Gan Pampols, cesado como estaba previsto en el pleno de este martes. Y no ha tardado ni unas horas desde esa remodelación en activar la estrategia post-Mazón.
Así, en la misma tarde del martes, pocas horas después de convertirse en el número tres del Gobierno autonómico, Martínez Mus remitió una carta a la comisionada del Gobierno para la reconstrucción, Zulima Pérez, con el objetivo de cerrar un encuentro en los próximos días en el que abordar las tareas de recuperación de la dana en curso por parte de ambas administraciones.
Comisión mixta y obras pendientes
Según explican fuentes de la vicepresidencia segunda, “hay contactos formales e informales y voluntad de las dos partes para cerrar esta cita”. Entre los objetivos del nuevo vicepresidente está la convocatoria de la comisión mixta, reclamada con insistencia por la Generalitat (Mazón ha escrito varias cartas a Pedro Sánchez para solicitarla) así como el “desbloqueo de las obras de encauzamiento pendientes”, añaden las citadas fuentes.
En la misiva, Martínez Mus emplaza a Pérez a “reforzar los canales de comunicación” entre Gobierno valenciano y Gobierno en todo lo referente a la dana. Asimismo, llama al “fortalecimiento de la coordinación y la colaboración institucional” para “seguir garantizando una respuesta eficaz, ágil y ordenada” a la postemergencia.
Así, “ante el reciente cambio producido en el Ejecutivo autonómico”, el vicepresidente emplaza a la comisionada a esa “reunión de trabajo conjunta” en la que “revisar objetivos a corto y medio alcance, actualizar el diagnóstico y el estado de las actuaciones en marcha, identificar posibles obstáculos y definir, de manera compartida, los próximos hitos para la recuperación económica y social de la Comunidad Valenciana”.
“A disposición” de las víctimas
El otro objetivo de Martínez Mus en este lapso, y tal vez el más complicado, es trabajar en un acercamiento a las víctimas de la dana, convertidas en el gran azote de Mazón desde la tragedia del 29-O. De hecho, esa rabia de los familiares expresada en el funeral de Estado contra el presidente valenciano fue decisiva en su decisión de tirar la toalla.
“Quedo ya a disposición, como todo el Gobierno valenciano ha estado siempre, para ver si podemos tener un contacto normal con las asociaciones de víctimas que quieran tenerlo”, señaló tras su nombramiento como vicepresidente. Mazón ya se mostró “a disposición” de estos colectivos en reiteradas ocasiones, pero no logró ningún fruto.
La salida del president, aunque no se ha materializado todavía, unida a la llegada de Mus, figura menos marcada por la gestión de la dana, podría templar los ánimos y evitar plantones de estos colectivos, que en varias ocasiones se han negado a acudir a reuniones con la Generalitat por la resistencia de Mazón en el cargo.
Desde el equipo del vicepresidente trasladan que este acercamiento se tomará con calma. Asumen que esta semana, con algunas víctimas compareciendo en la comisión del Congreso y reviviendo su drama, no es el mejor momento. En todo caso, aseguran que “en los próximos días” se podrían iniciar los movimientos en este sentido.
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