Carles F., un tuitero que afronta dos años de cárcel por llamar a ejercer acoso escolar a la alumna de Canet de Mar (Barcelona) que pidió un 25% de clases en castellano, ha enmarcado hoy sus mensajes en el “debate político” sobre la inmersión lingüística, alimentado por la “crispación” del ‘procés’.
El tuitero se ha sentado este martes en el banquillo de la sección octava de la Audiencia de Barcelona, apenas una semana después de que otro tribunal condenara a dos años de prisión por un delito de odio a un hombre que difundió por redes sociales mensajes que instigaban a aislar a la familia que pidió 25% de clases en castellano.
Una condena de la que discrepa la Fiscalía, que hoy ha pedido dos años de cárcel para el tuitero por un delito contra la integridad moral, no de odio, pues considera que la lengua española -a diferencia de un símbolo de la nación como es la bandera- no es un elemento “identitario” que pueda dar pie a discriminación.
La Fiscalía no ve delito de odio
Para la fiscal, el criterio de la sección 21ª de la Audiencia que consideró un delito de odio el hostigamiento a la familia de Canet supone una “interpretación extensiva. Pasar de lengua a nación como motivo discriminatorio es una distancia que no se puede recorrer en el derecho penal”, ha razonado.
Las causas abiertas contra ambos tuiteros -y otros dos que fueron absueltos porque la Audiencia consideró que sus comentarios estaban amparados por la libertad de expresión- se derivan de la denuncia presentada por los padres de una menor que estudiaba primaria en una escuela de Canet de Mar, después de que su familia lograra que el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC) obligara al centro a impartir un 25% de las clases en castellano.
Según han contado ante el tribunal ambos padres, que llegaron a tener protección policial a raíz de la campaña de que fueron víctimas cuando trascendió su identidad, en las redes sociales se multiplicaron los mensajes que llamaban aislar a la familia y a la propia menor, lo que acabó por generarles una angustia tal que provocó su baja médica y tratamiento psiquiátrico.
“Nos quedamos solos”, ha afirmado el padre, Javier Pulido, quien en las elecciones de 2024 al Parlamento europeo ocupó un lugar simbólico en las listas de Izquierda Española y ha sido miembro de Asamblea por una Escuela Bilingüe, desde donde ha reconocido que trató sin éxito que otras familias se sumaran a su batalla para que las escuelas cumplieran la sentencia del TSJC que obliga a impartir un 25% de clases en castellano.
“Algunas familias dejaron de hablarnos, otras nos miraban amenazadoras”, ha resumido Pulido, que estuvo tres meses de baja a raíz de los hechos y con el temor de que apedrearan su casa o que su hija, a la que ya no invitaban a cumpleaños y que llegó a perder amigas, fuera víctima de acoso escolar.
Early childhood education classroom in a Catalan school. / JORDI OTIX
“Tendrían que hacerle ‘bullying”
De hecho, Carles F. se sienta en el banquillo por un tuit de 3 de diciembre de 2021 que rezaba: “Lo siento por el niño, pero le tendrían que hacer ‘bullying’ -acoso escolar- hasta que se vaya“.
Según la Fiscalía, el acusado suscribió ese comentario entre otros de distintos usuarios de X que sostenían: “Me apunto a ir a apedrear la casa del niño”,”cread el grupo PXÑ, poned al niño solo y haced 50-50″ o “el monolingüe sin sus amiguitos… todo el castellano para él solito… clases individuales lujosas”.
Carles F., que se ha acogido a su derecho a responder solo a las preguntas de su abogada, ha minimizado en su declaración el contenido de su tuit, que borró después de que los Mossos d’Esquadra le comunicaran que lo investigaban, argumentando que es un comentario más en una red en la que ha leído “cosas muy gordas”, como mensajes que celebran la muerte de catalanes.
El acusado, con apenas 194 seguidores y cuyo mensaje tuvo un puñado de retuits, ha destacado que no tenía “ninguna intención de hacer daño concreto a ningún niño” con su comentario, sino pronunciarse sobre un “debate político” candente tras los “ataques” que estaba recibiendo el sistema catalán de inmersión lingüística en las aulas.
“Veníamos de la sentencia del ‘procés’, los ánimos estaban muy crispados, y todos fuimos víctimas de esa crispación“, ha razonado Carles F., tras recordar que la lengua en la escuela es un asunto que le “afecta” especialmente, al haber sido educado durante el franquismo solo en castellano pese a pertenecer a una familia catalanoparlante.
