La crisis abierta en la Comunidad Valenciana tras la dimisión de Carlos Mazón, que de no resolverse con la investidura en las Cortes autonómicas de otro candidato abocará a unas elecciones anticipadas, tiene un obstáculo añadido, el de la mala conexión entre el Partido Popular (PP) y Vox, el partido del que sigue dependiendo la gobernabilidad en esa región. Bien es cierto que la relación entre los dos partidos de la derecha es mejor en Valencia, como demuestra la llamada de cortesía de Mazón a Santiago Abascal este lunes, antes de su discurso de despedida y para darle cuenta del mismo, lo que no oculta que la sintonía está totalmente cortocircuitada a nivel nacional.
Y muy en particular entre dos líderes, Alberto Núñez Feijóo y Abascal, que han pasado de presumir en los pasillos del Congreso los días de pleno de su buena química personal a tirarse los trastos a la cabeza tanto en público como en privado. El encuentro de ambos el pasado junio, precisamente en el despacho que como líder de la oposición tiene reservado Feijóo en la primera planta del Palacio de las Cortes, supuso un antes y un después, cuando como contó este diario ambos se reprocharon, según se escuche la versión de Génova o la de Vox, la supuesta relación estrecha entre la mano derecha de Abascal, Kiko Méndez Monasterio, y el ministro socialista de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños. “Enséñame las pruebas y echo a Kiko mañana”, seguran desde Vox que le espetó Abascal al líder de los populares.
El episodio valenciano no ha hecho sino agravar aún más esta mala relación. Para Abascal, Feijóo es culpable de “regalarle a Sánchez un chivo expiatorio único”, como denunció el presidente de Vox en un mensaje en las redes sociales. Fuentes de la cúpula de Vox lamentan que ante el relevo que hay que implementar en Valencia no hayan recibido ni una sola comunicación de Génova, cosa que confirman los populares, que justifican que las conversaciones iniciales se están abordando en Valencia, pero no descartan que según avancen adquieran un cariz más nacional.
“El Partido Popular lo único que hace es exonerar a Sánchez de la responsabilidad criminal que tiene en la DANA”. Así de rotundo se mostró este lunes en Plasencia el líder de Vox, Santiago Abascal, en la primera parada de una visita a Extremadura con unas elecciones anticipadas a la vista y justo el día del anuncio de la dimisión de Carlos Mazón por lo ocurrido en Valencia hace un año.
Para Abascal, que se dio todo un baño de multitudes en su visita, “el gran culpable de lo que ocurrió en Valencia es Pedro Sánchez, su ministro del Interior, su ministra de Defensa y Teresa Ribera”, en alusión a Fernando Grande-Marlaska, Margarita Robles y la enconces vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, y hoy vicepresidenta de la Comisión Europea. “Lo son porque negaron la ayuda internacional; lo son porque racanearon la ayuda; porque evitaron a toda costa que la ayuda llegara a tiempo y lo son porque se negaron a la construcción de las infraestructuras hidrológicas que habrían paliado este desastre”, argumentó Abascal.
Balón de oxígeno
Aludiendo a otras cuestiones de actualidad, en su opinión, este lunes “tendríamos que estar hablando de que el fiscal general del Estado está procesado; de que el clan del Peugeot ha sido también procesado; de esa chica que fue violada en Pamplona por una manada de la que se desconoce todo, a pesar de que fue violada brutalmente y raptada por una manada de extranjeros que no tenían que estar en España y que tenían órdenes de expulsión que no fueron ejecutadas”.
Sin embargo, reprochó al PP que, este lunes, “entrega un balón de oxígeno a Pedro Sánchez con esta dimisión. Esa es nuestra gran preocupación y por eso decimos que, increíblemente el señor Feijóo y la señora Guardiola siguen permanentemente el guion de Pedro Sánchez”.
Abascal insistió en que “justo en el día de hoy, el Partido Popular tomó una decisión que podría haber tomado hace seis meses, hace un año, en otro momento. Es un claro auxilio al relato de Pedro Sánchez”.
Así, en relación al futuro de Valencia, criticó que “no se sabe qué es lo que va a decidir el Partido Popular; no se sabe si quiere convocar elecciones; si quiere elegir a un candidato u otro. Nosotros no vamos a hacer ninguna valoración anticipada antes de que ellos se aclaren entre ellos mismos y salgan de sus dudas y de los precipicios por los que se tiran, como han hecho en el día de hoy”.
Extremadura y Guardiola
En cuanto al adelanto electoral anunciado por la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, al no llegar a un acuerdo con la oposición para sacar adelante los presupuestos, Abascal lo censuró duramente.
Para el líder de la extrema derecha, todo se debe a “la soberbia que caracteriza a la señora Guardiola, que ya fue soberbia en su momento y que, por cierto, fue investida con los votos de Vox, a pesar de haber perdido las elecciones en Extremadura, porque pudimos conformar una mayoría”.
Abascal considera que “parece que no agradecen lo suficiente el haber podido gobernar, pero no solo no lo agradecen personalmente, que es lo de menos, no lo agradecen haciendo las políticas adecuadas. Tuvimos que abandonar el gobierno de Extremadura porque la señora Guardiola nos mintió, igual que el resto de líderes regionales del Partido Popular, contribuyendo al reparto de inmigración ilegal”.
Sobre los presupuestos en Extremadura, culpó de que no se llegase a un acuerdo al “empecinamiento y la soberbia de la señora Guardiola, para la cual las políticas presupuestarias aprobadas en Baleares, aprobadas en Murcia y aprobadas en la Comunidad Valenciana, parece que no le gustan porque está más cerca del Partido Socialista, como ya dijo durante la anterior campaña electoral”.
En cuanto al candidato en la región, ha apuntado que será la próxima semana cuando Vox convocará a sus órganos internos para decidirlo.
Respecto a su programa en Extremadura, que ha extrapolado a Valencia, ha subrayado que van “a poner encima de la mesa aquello en lo que queremos, programa, programa y programa. Es decir, defensa del campo de Extremadura, defensa de la industria, defensa de la economía de Extremadura y también, por lo tanto, defensa de la central nuclear de Almaraz y una oposición clara a las políticas migratorias y a las políticas verdes que están destruyendo muchas regiones en España. Esa va a ser nuestra posición”.
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