Nuevo pleno, nueva moción de Vox contra la población migrante mayoritaria en la Región de Murcia: la musulmana. En esta ocasión, la diputada Virginia Martínez decidió que la mejor manera de defender una iniciativa para que la Asamblea Regional manifestara su rechazo al burka y el niqab era ponerse uno de estos atuendos, lo que obligó a la presidenta del Parlamento autonómico, Visitación Martínez, a intervenir antes de darle siquiera la palabra para exigirle que se lo quitara.
La moción, rechazada por el resto de grupos parlamentarios, pedía a la Cámara que instara al Gobierno de la nación a “endurecer toda sanción” dirigida a castigar las “prácticas islámicas que atentan contra la dignidad de las mujeres”; procediendo a la suspensión de las solicitudes y trámites de obtención de la nacionalidad “para todo aquel que obligue de forma opresiva a cualquier mujer o niña a vestir cualquier atuendo o vestimenta islámica, a imponer atrocidades como la mutilación genital femenina o la imposición de matrimonios forzosos”.
Virginia Martínez llegó a acusar al PP y PSOE de “mirar hacia otro lado” ante la mutilación genital
Tras quitarse el niqab, subió a la tribuna y denunció que hubiera mujeres viviendo en “cárceles de tela”, afirmando que si no se permite salir con la cara tapada en la Asamblea, “tampoco se debería permitir en ningún lugar público de la Región”. Además, acusó al PP y PSOE de ser “tan cobardes y tan mezquinos” de “mirar hacia otro lado ante la realidad que sufren las mujeres obligadas a llevar ese atuendo. “Debajo de ese burka hay una niña que llora de dolor cada vez que va al baño porque su madre la llevó a casa de una señora en donde la sujetaron de pies y manos y le cortaron ahí abajo”. En ese momento, se pudo escuchar a varios diputados que nombraron por ella la palabra “clítoris”.
Joaquín Segado, portavoz del Grupo Popular, denunció los “numeritos”, “shows” y “circos” que montan algunos diputados y acusó a Martínez de “convertir a cualquier mujer que lleva un velo en un problema de orden público”, queriendo, además, que “el poder político decida cómo debe vestir una mujer”.
El PP criticó a los de Abascal por pedir que se prohíba “lo que ya está prohibido” en el Código Penal
Además, afirmó que la moción es “engañosa” porque “obligar en España a una mujer a vestirse de una determinada manera, imponerle un matrimonio forzoso o practicar una mutilación genital son delitos en el Código Penal”; o sea, que Vox está pidiendo que se prohíba “lo que ya está prohibido”. Por otra parte, le informó de que el uso del burka en la Región de Murcia es “inexistente” y el del niqab, “un fenómeno muy minoritario”.
El portavoz reprochó a Vox que establezca “un vínculo casi automático entre inmigración, Islam y delincuencia”, cuando “la inmensa mayoría de los inmigrantes que viven en la Región trabajan, pagan impuestos, llevan a sus hijos al colegio y respetan nuestras leyes”.
El PP presentó una enmienda a la totalidad para reforzar los instrumentos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que persiguen a quienes cometen delitos contra la libertad de las mujeres y más formación para los profesionales sociales que han de detectar este tipo de problemáticas. No salió adelante.
“Lo de ahí abajo se llama vulva y clítoris“, le recordó a la diputada de Vox la portavoz de Podemos-IU, María Marín, cuando subió a la tribuna a defender su enmienda a la totalidad —también rechazada—.
La diputada morada subrayó que su grupo rechaza el burka y el niqab, “pero no solamente eso”, ya que también están en contra de “cualquier tipo de vestimenta que atente contra la dignidad de la mujer”. Mientras lo decía, mostraba la imagen de la novia de un rapero estadounidense que acudió prácticamente desnuda a un evento “obligada”, según dijo Marín, que defendió que en la Región de Murcia “estamos más cerca” de llegar a esa situación que a la de que las mujeres comiencen a ponerse un burka.
El PSOE acusó a los parlamentarios de Vox de estar “enfermos de racismo”
“Cada vez que sale usted a esta Cámara nos preguntamos lo mismo: “¿Usted se encuentra bien?”, le preguntó a Martínez la diputada socialista Toñi Abenza en su turno de la palabra, acusando a los parlamentarios de Vox de estar “enfermos de racismo” y de pretender “contagiar a los demócratas de su radicalidad”.
La diputada llamó a “abrir debates” desde la “educación y el respeto a la interculturalidad” y “no desde la prohibición y la sanción”, explicando que multar a las mujeres por su manera de vestir “jamás será un camino hacia la igualdad”.
