Siete penaltis tuvo que ejecutar el Celta ayer para superar la segunda eliminatoria de la Copa del Rey ante el Sant Andreu. El equipo catalán de Segunda Federación (la cuarta categoría del fútbol español) puso contra las cuerdas a un rival de Primera que volvió a sufrir por su falta de pegada. Es más, anotó el primer gol del partido en el minuto 105, dos minutos después de que se adelantase el equipo barcelonés con un bonito gol de Alexis, el héroe de la noche en un Narcís Sala con césped artificial y que colgó el cartel de completo. Los célticos no llegaban a una tanda de penaltis desde 2011. Entonces, se quedaron sin ascenso a la máxima categoría en Granada. Ayer, todo lo importante sucedió tras los 90 minutos reglamentarios. Y esta vez, el equipo celeste se llevó una alegría.
No se fiaba Giráldez del Sant Andreu y apostó por un once con más experiencia que el de Ludogorets y sin ninguno de los jugadores del filial que estaban convocados para esta cita copera. Repitió el técnico porriñés defensa de cuatro, con Aidoo y Carlos Domínguez por el centro, con Mingueza y Ristic por los costados. El ghanés volvía a jugar en un campo de hierba artificial tras la grave lesión en el tendón de Aquiles sufrida durante un partido con la selección de Ghana. Apenas tuvo tiempo de recordar aquella desgracia: a los nueve minutos sufrió una lesión muscular.
Tras el susto inicial del balón que Sergio García mandó fuera con la portería vacía, el Celta llevó la iniciativa en el juego pero le faltó veneno en el área rival. Aunque Hugo Álvarez mandó el balón al larguero poco antes del descanso. Fue la ocasión más clara del equipo vigués en los primeros cuarenta y cinco minutos. También la madera de la portería rival repelió un gran disparo desde fuera del área de Jutglà, que regresaba al que fue su campo en el curso 2018-19.
A falta de un cuarto de hora para cumplirse los 90 minutos, Giráldez dio entrada en el partido a Borja Iglesias y a Aspas para intentar resolver una eliminatoria que se complicaba a cada minuto que se consumía ante la ineficacia ofensiva del Celta, que tampoco aprovechaba los problemas físicos que comenzaban a acumular los jugadores del Sant Andreu. La diferencia de categoría pasaba factura más en lo físico que en lo futbolístico al equipo de Natxo González, que defendió con orden para llevarse el primer premio del día: alcanzar la prórroga. El sueño de eliminar a un equipo de Primera División estaba más cerca. Y entonces llegó la sorpresa en la primera aproximación al área de Iván Villar en la continuación. Un repliegue mal defendido permitió que el balón llegase a Alexis, que ejecutó con clase al meta del Celta más allá del punto de penalti.
Minuto 103 de partido y el Sant Andreu se adelantaba en el marcador. Pero el conjunto barcelonés no tuvo tiempo de prolongar la alegría porque Borja Iglesias recogió un buen pase de Yoel Lago para librarse de su marcador y cruzar la pelota ante la salida del portero del Sant Andreu. Un minuto había tardado el Celta en igualar el marcador. Pero faltaba ese gol que evitase otra sorpresa en esta segunda ronda de la Copa del Rey. La noche volvió a complicarse en el minuto 112 con la expulsión de Carlos Domínguez por una segunda tarjeta amarilla. El equipo vigués afrontaba los últimos y decisivos minutos con inferioridad numérica. La tanda de penaltis parecía un mal menor para los celestes ante un equipo de la cuarta división. Y con el empate a un gol se llegó al minuto 120. La eliminatoria se decidiría desde los once metros Los célticos no perdonaron: anotaron los siete primeros penaltis. Falló Serrano tras seis aciertos del Sant Andreu.
