A este Atlético de Madrid no hay quien lo pare. Otro partido más marcando, otro partido más adelantándose en el marcador y otro partido más ganando. Los de Diego Simeone, quizás con una victoria algo gris, terminaron llevándose los tres puntos del Coliseum gracias a un gol en propia puerta de Domingos Duarte en el tramo final que supuso el quinto triunfo rojiblanco seguido en Liga y la decimosegunda jornada consecutiva sin perder. Sufrió más de la cuenta el Atlético, incluso con el Getafe topándose con el larguero en el 94′, pero los colchoneros volvieron a demostrar que son candidatos a luchar por la Liga.
No arrancó el partido con buenas noticias para Simeone. Primero porque el Getafe la tuvo en el minuto 1 en una jugada embarullada con poca contundencia de la defensa rojiblanca. Y después porque Llorente se marchaba lesionado a los diez minutos de juego, tras un pisotón involuntario de Mario Martín en el talón. Antes, el internacional español, que esta vez se colocaba por delante de Nahuel Molina en la derecha, protagonizó el primer acercamiento del Atlético dándole una asistencia a Julián, pero el argentino no pudo definir entre los tres palos.
David Soria, salvador
Fue el principio de la reacción del Atlético, que tuvo la más clara a los cinco minutos en un saque de esquina sacado en corto. Fue Koke quien la puso al segundo palo, donde esperaba totalmente solo Nico González para sacarse un testarazo a bocajarro que obligó a Soria a intervenir milagrosamente para salvar al Getafe.
Instantes después lo intentó Baena, que también cabeceó alto en el área un envío de Ruggeri. Estaba siendo un inicio de partido eléctrico y con mucho que llevarse a la boca. Ocasiones, intensidad, lesiones… Por Llorente, por cierto, entró un Griezmann que se mostró muy errático en la definición, primero mandando un disparo desde dentro del área directamente a saque de banda y luego con un intento de remate de volea que le salió mordido.
Poco más sucedió en una primera mitad en la que el Getafe se mostró bastante cómodo sobre el verde, pese a que tan solo avisó a Musso en una ocasión, un cabezazo de Borja Mayoral pasada la media hora tras un centro medido del omnipresente Luis Milla. El otro acercamiento destacado en clave azulona fue una internada de Juan Iglesias, derribado en el área. Pidió penalti el Coliseum. Sin éxito.
El Atlético, sin pegada
Salió a morder el Atlético en la segunda mitad y Griezmann se topó con el palo a los dos minutos de la reanudación. No valía el remate del francés, situado en posición antirreglamentaria, pero servía para encerrar todavía más al Getafe ya desde el comienzo.
Pero si algo caracteriza a Bordalás es ese juego defensivo que hace confiarse al rival para luego poder golpearle en el momento más inesperado. Y eso pudo suceder en el 49′, con un balón parado botado por Milla desde el lateral del área que Arambarri remató alto para fortuna de Juan Musso.
A partir de entonces, encadenó el Getafe saques de esquina y faltas colgadas al área que encendieron al Coliseum, pese a que ninguna terminó con remate entre los tres palos. No era el plan de partido ideal para Simeone, que quiso agitar el árbol y sorprendió retirando tanto a Julián Álvarez como a un Koke que hoy cumplía ni más ni menos que 700 partidos con la camiseta rojiblanca. Casi nada.
Duro castigo para el Getafe
Entraron Sorloth y Raspadori, pero tardaron en hacer efecto los cambios del Cholo. Sobre todo porque Nico González taponó ‘in extremis’ un claro remate en el área de Arambarri que se colaba en la portería visitante. Pero Raspadori le daría la razón al argentino instantes después con un disparo desde la frontal buscando el palo largo que sacó Soria con una providencial estirada. En ese mismo córner, Griezmann se topó otra vez con la madera. De nuevo en fuera de juego.
Y tras un lanzamiento de falta alto de Luis Milla, el Atlético iba a castigar al Getafe en el tramo final con el 0-1 definitivo. Le faltaba pegada al cuadro rojiblanco y gran prueba de ello fue el gol que solucionó el partido para los de Simeone. Fue Domingos Duarte en propia puerta quien dio los tres puntos al Atlético, que había trenzado una gran jugada colectiva culminada con un envío de Raspadori al corazón del área que rebotó en el defensor azulón.
Bien distinto pudo ser el final del encuentro si Arambarri no se hubiese topado con el travesaño en el 94′ en un precioso remate de chilena que puso contra las cuerdas al Atlético, pero que tuvo la fortuna de su lado para amarrar tres puntos más.
