Tras la presidencia de la Generalitat Valenciana, el PP nacional tiene previsto abrir la carpeta del relevo en la dirección autonómica del partido. Lo anunció este martes el líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, tras confirmar que “Mazón puso su cargo a disposición del partido”. “Me notificó que creía que debía dejar la presidencia del partido y yo estoy de acuerdo”, dice Feijóo, una decisión “muy correcta y muy coherente”.
Era una decisión cantada. La cuestión era cómo iba a ejecutarse y, sobre todo, cuándo. Y aunque todavía no está escrita una hoja de ruta oficial, el partido tiene decidido entregar también a Juanfran Pérez Llorca, futuro president de la Generalitat, el control del partido.
Tras la traumática salida de Mazón y el desgaste público al que sigue sometida su imagen pública, no tenía mucho sentido mantenerlo en el cargo. Sobre todo porque sería un recordatorio constante de una crisis pendiente de resolver y la necesidad de un congreso.
Los estatutos dan margen a Génova para escoger a Juanfran Pérez Llorca como nuevo presidente interino del partido. Esta solución, además, evita el escenario de la gestora, sinónimo de crisis en cualquier partido. Lo que ocurrirá a partir de ese momento ya forma parte de las cábalas, aunque previsiblemente el partido irá a un congreso regional que no será inmediato.
Así, todo el poder y el control de los tiempos (institucionales y orgánicos) quedará en manos del todavía alcalde de Finestrat. Posiblemente, será la semana próxima cuando se ejecute la investidura, y poco después cuando se formalice el relevo en el partido.
Diferentes fuentes del partido coinciden en que el plan pasa por esperar un tiempo, como mínimo hasta el verano, y preferiblemente hasta otoño de 2026, para convocar el congreso del que debe salir el cartel electoral de 2027. Será en ese momento, con las aguas más tranquilas, cuando se abordará el debate sucesorio. Y, también, con el calendario electoral despejado para el PP de Núñez Feijóo, que ahora comienza un rallly electoral con varias etapas hasta mediados del próximo año, en Extremadura, Castilla y León y Andalucía en junio. La balear Marga Prohens deslizaba este martes también la posibilidad de adelantar elecciones en las islas.
Cabe recordar que la crisis abierta tras la dimisión precipitada de Mazón tras el funeral de estado por las víctimas de la dana del 29 de octubre ha evidenciado grietas en el partido. Todos han enseñado sus cartas. Por un lado, las preferencias de la dirección nacional por la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, como figura de futuro en el PPCV, a la que Génova deberá convencer para dar el paso. Por otro, el respaldo de los referentes actuales del partido a Pérez Llorca como sucesor de Mazón, así como la apuesta por el presidente de la Diputación de Valencia, Vicent Mompó, como líder de futuro.
Calendario electoral
Habrá que ver cómo encajan esas diferentes ambiciones en el futuro del PP ya en 2026, con Pérez Llorca ya asentado en el Palau, pero lo más probable es que en 2026 habrá congreso. La bicefalia, en todo caso, no forma parte de la tradición política española. Apenas hay algún ejemplo, como el PNV, donde es el jefe del partido el que quita y pone ‘lehendakaris’. Mucho menos en un partido tan vertical, jerárquico y centralizado como el PP.
Será con un año de retraso, después de que en 2025 se aplazara por la debilidad en que la dana dejó a Mazón. Ese año de margen, por otro lado, evitará también un escenario de guerra abierta por el futuro del partido. En el PP, el que manda, manda en todos los espacios de poder. Quien preside el partido también es quien se presenta a las elecciones.
Camps: un militante, un voto
Mientras tanto, el disparo de salida de Génova al proceso orgánico ya ha activado movimientos. El expresidente Francisco Camps sigue llamando a la puerta. Tras el anuncio de Feijóo, su portavoz de campaña, José Miguel Tolosa, celebró el anuncio de Génova. “Vemos con buenos ojos que se abra el horizonte de un congreso regional. Debió de ser en 2025 pero no pudo celebrarse por la dana. Lo normal sería que se celebrara en la primavera de 2026”, señala.
Los campsistas llevan meses moviéndose bajo el radar del partido, ante el desconcierto de una formación poco acostumbrada a ver a un expresident en campaña. Este próximo 4 de diciembre Camps vuelve a convocar un gran acto en Valencia para presentar su proyecto. Una apuesta por presidir de nuevo el partido en la que, además, reclama democracia directa, contra el aparato: una elección abierta a todos los militantes. “El militante tiene ganas de decidir, por qué tenerle miedo”, concluye Tolosa.
Subscribe to continue reading
