La Behobia–San Sebastián celebró su 60ª edición con todo lo que la convierte en un referente del calendario popular: ambiente único, calles abarrotadas y más de 25.000 corredores dispuestos a enfrentarse a los míticos 20 kilómetros entre Irun y Donostia. Sin embargo, la fiesta deportiva también dejó una cifra que llamó poderosamente la atención incluso a los habituales de la prueba: 918 corredores fueron descalificados por adelantar su grupo de salida.
La organización lo dejó claro desde días antes en sus comunicaciones oficiales: cada dorsal lleva asignado un color y una hora específica de salida, determinada por marcas previas o por criterios de seguridad. Saltarse esa regla, aunque sea por unos minutos o unos metros, supone una descalificación automática. No es nuevo, pero sí sorprende que, en una carrera con tanta tradición y cultura de respeto por la norma, casi un millar de participantes cayeran en la misma infracción.
El sistema de cronometraje de la Behobia es uno de los más estrictos del país. Los chips registran paso por la salida, puntos intermedios cada cinco kilómetros y meta, permitiendo detectar cualquier irregularidad con precisión milimétrica. Y, como recuerdan desde la organización, se puede salir en un grupo posterior, pero nunca en uno anterior. El motivo es doble: garantizar la seguridad —evitando embudos y choques de ritmos— y mantener el orden de miles de corredores distribuidos en tandas muy medidas.
Lo que ocurre, según apuntan varios veteranos consultados, es que muchos corredores interpretan esta norma como un simple formalismo. Otros buscan mejorar su experiencia saliendo con gente de su mismo ritmo real y no del asignado. Y los hay que, directamente, quieren evitar la masificación o correr “con amigos” en otro grupo. Pero la Behobia, que precisamente se estructura para evitar el caos, no deja margen a la improvisación.
Las consecuencias no son menores. Los descalificados desaparecen de la clasificación oficial, lo que puede afectar a su historial en la prueba e incluso complicar la inscripción en futuras ediciones, donde el baremo de tiempos tiene un peso importante. Para quienes consideren que hubo un error, la organización ha habilitado un periodo de reclamaciones hasta el 18 de noviembre de 2025, a través del correo oficial.
Este episodio —que vuelve a poner sobre la mesa el eterno debate sobre la disciplina en las carreras populares— contrasta con el éxito general de la edición, marcada por cifras récord y un ambiente espectacular. La Behobia cierra así 2025 reafirmando su esencia: una prueba vibrante, exigente y con identidad propia… donde el respeto a las normas es parte fundamental de la experiencia.
