Es evidente que cuestiones de marketing y televisión han hecho ganar protagonismo a aquellas equipaciones alejadas de los colores tradicionales de los clubes. El uniforme como lo entendemos hoy (uniformidad de camiseta y pantalón) no aparece en el fútbol británico hasta 1870 y no es una norma exigida de forma rigurosa hasta el año 1888, con la aparición de la Liga inglesa, que obligaba a los clubes participantes a guardar absoluta uniformidad de camiseta y pantalón en sus vestimentas. Antes, únicamente los colores de la camiseta definían a los equipos en disputa y, previo a esto, las gorras.oy resulta llamativo, pero en las primeras normas de fútbol establecidas –las reglas de Sheffield F.A. que datan de 1857– determinaban que los miembros de los conjuntos enfrentados debían ponerse unas gorras de color azul y rojo para diferenciar a los jugadores de uno y otro bando.
En cualquier caso, a partir de 1870 con la generalización de las camisetas de fútbol representando los colores de los clubes, se usó como método de distinción de los equipos –cuando había coincidencia de sus uniformes– el de las cintas en las mangas y las fajas. No había segundas equipaciones, ni nada que se le pareciera. Y ese método se usó también en los primeros tiempos del fútbol español. Así se hizo en el trofeo que sirvió como motor de la actual Copa del Rey, la Copa Madrid de Foot-ball Association. Este fue el primer trofeo de ámbito nacional disputado en España. Se jugó en mayo de 1902 y fue popularmente conocido como Copa Coronación, puesto que fue un trofeo nacido para celebrar la coronación de Alfonso XIII como rey de España. En ese campeonato, se produjo la coincidencia de uniformes en el partido inaugural disputado el 13 de mayo. Español de Barcelona y el Vizcaya Club de Bilbao vestían con camisetas y pantalones blancos, así que se optó porque los vascos jugaran con unas cintas rojas en sus brazos. El segundo elemento diferenciador era que los catalanes llevaban el escudo bordado en sus zamarras.
Esa fue la solución aplicada en el fútbol español hasta el año 1914. En julio de ese año, la Real Federación Española de Fútbol comenzó a tutelar las competiciones de forma reglada. Los campeonatos regionales de aquellas federaciones reconocidas por la española pasaban a convertirse en fase previa de la Copa de España. Además, se instauraba el sistema de competición a doble partido y el equipo de casa debía tener una equipación alternativa en caso de coincidencia de colores, con el principal objeto de facilitar la labor arbitral. Este sistema en el que cambiaba de camiseta era el equipo que jugaba en casa se mantuvo hasta el verano de 1945. A partir de entonces serían los conjuntos visitantes los que tenían la obligación de llevar un segundo uniforme si coincidían los colores de las vestimentas. En ese año del debut gijonés en la máxima categoría del fútbol español, el Sporting jugó en casa con su segunda camiseta contra el Granada, Athletic de Bilbao, y Atlético de Madrid (entonces denominado Atlético Aviación).
El club gijonés optó, en origen, por el blanco como camiseta suplente, manteniendo el pantalón y las medias de la primera equipación. Este segundo uniforme fue, por ejemplo, el usado por el equipo reserva en la inauguración oficial de El Molinón, celebrada el día 5 de agosto de 1917. Entre los actos celebrados, se disputó un encuentro entre el primer equipo y el conjunto reserva.
El Sporting en esos primeros años usó esa camiseta alternativa blanca hasta la temporada 1944-45, en la que se pasa a vestir una azul. Con excepción hecha de algún partido de la temporada 1939-40 en la que se lució una camiseta rayada en azul y amarillo. En cualquier caso, blanca y azul, con alternativas entre ambas a partir del citado 1944, fueron los colores predominantes en esos primeros uniformes suplentes, con mayor presencia del primero, hasta la temporada 1970-71 en la que se usó una zamarra blanca con una franja pectoral roja y al año siguiente llegó la camiseta roja con motivos blancos en cuello y empuñaduras.
A partir del verano de 1973 pasa a usar una mítica segunda equipación consistente en una camiseta blanca con doble franja roja y pantalón y medias blancas. Una de las camisetas históricas del mejor Sporting. En los años ochenta, con el peso ya más que evidente del merchandising deportivo y las exigencias de las televisiones, el número de camisetas alternativas se disparó temporada tras temporada, con distintos colores y motivos, algunos con peso histórico y otros con objeto únicamente comercial. El fútbol moderno.
Via: The New Spain
