El viaje de Estado de los Reyes a China ha concluido este jueves en Pekín con una apelación al “pragmatismo” como guía de las relaciones entre ambos países. Felipe VI ha utilizado esta palabra esta jornada en dos discursos pronunciados en la capital asiática: primero ante el Consejo Asesor Empresarial Español-Chino, formado por empresas de ambos países, y, más tarde, frente a la colectividad española residente. Es el concepto que ha elegido para definir la actual etapa que viven los dos países tras medio siglo de de relaciones diplomáticas y 20 años de “asociación estratégica integral”. En su última hora en el país también ha incluido una breve e indirecta alusión en público a la falta de derechos humanos en China, un asunto que, según fuentes de Exteriores, se trata en las reuniones a puerta cerrada porque en esos encuentros “se tocan todos los temas” que “preocupan” al Gobierno.
La visita de Estado, que comenzó el martes en la ciudad de Chengdú (Sichuan) y ha incluido encuentros con dirigentes chinos y empresas con intereses cruzados, ha sido presentada por la Casa del Rey y el Gobierno español como un viaje de refuerzo de confianza y de apertura de nuevas oportunidades para las compañías españolas en sectores tecnológicos, energéticos y de innovación. El balance que hacen fuentes de la jefatura del Estado y del Ejecutivo es muy bueno. Los Reyes han estado acompañados por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a lo largo de todos los desplazamientos, y por el titular de Exteriores, José Manuel Albares, solo en las reuniones políticas del miércoles con el presidente chino, Xi Jinping, y el resto de altas autoridades.
El Monarca defiende ante empresarios españoles y chinos que los beneficios del comercio “deben alcanzar a toda la población”
Este jueves de buena mañana (hora de Pekín, siete menos en la Península), ante el Consejo Asesor Empresarial y a puerta cerrada, Felipe VI ha hablado del “pragmatismo” que es necesario aplicar a la relación bilateral en un contexto internacional “extraordinariamente complejo”. Ese consejo, que empezó a echar en 2018, reúne a 22 compañías de cada país, las pioneras que se lanzaron a negociar en España y China hace ya varias décadas. En esta reunión han participado directivos de 12 de las empresas españolas (entre otras Alsa, BBVA y Grupo Antolín y La Liga) y 18 chinas (entre las que destacan Chery Automobile, Sinopec Group, China Eastern Air Holding Company Limited y China Construction Bank).
Respeto a la propiedad intelectual
El consejo asesor representa el núcleo duro de confianza donde se plantean los principales problemas comerciales y ante todos ellos, según fuentes de la Zarzuela, el Monarca ha afirmado que los principios de previsibilidad, estabilidad y sostenibilidad son los que deben regir los lazos económicos. Ha reclamado seguridad jurídica, reciprocidad en el acceso a los mercados y respeto a la propiedad intelectual, condiciones que, ha subrayado, garantizan “la competencia justa”. También ha defendido que los beneficios del comercio “deben alcanzar a toda la población” mediante la creación de empleos de valor añadido y la transferencia de conocimiento. Tras esa intervención ha dejado a los empresarios que siguieran sus reuniones y ha ido a visitar las instalaciones de Gestamp, una empresa española de componentes de automóvil.
La recepción
La apelación al pragmatismo ha reaparecido horas después durante su encuentro con una representación de los más de 5.000 españoles que viven en China. En ese discurso, Felipe VI ha insistido en que la voluntad de España es “seguir construyendo una relación pragmática basada en el diálogo, el respeto y beneficio mutuos, la amistad y una cooperación amplia y ambiciosa”.
Ha sido en ese discurso ante la colectividad cuando ha hecho la referencia a los derechos humanos, en el contexto, ha subrayado, de que son uno de los pilares del Estado español. “China es hoy un actor clave en la escena internacional, con enormes desafíos y transformaciones en curso. España mantiene con ella un diálogo fructífero, europeo y propio a la vez. Seguiremos defendiendo nuestros valores -los de la democracia, el derecho internacional, los Derechos Humanos y la cooperación multilateral- desde la confianza firme en quiénes somos como nación, una España moderna, solidaria, creativa, abierta y comprometida con los grandes desafíos de nuestro tiempo”, ha afirmado. Según fuentes de Exteriores presentes en el salón de un céntrico hotel donde se ha celebrado la recepción, este es un asunto que España trata “siempre” en privado con las autoridades chinas y justificaron la sucinta mención del Rey con el respeto diplomático de no herir sensibilidades en público.
El Monarca había evitado estos días cualquier referencia a la falta de derechos humanos en el gigante asiático que denuncian las organizaciones internacionales. un dosier en el que tampoco ha abundado Pedro Sánchez en sus desplazamientos al país estos años. Los mensajes de Felipe VI durante la visita de Estado se han centrado en consolidar los vínculos institucionales y económicos. El gesto de advertencia en público, muy medido, buscaba permitir la alusión sin incomodar al Gobierno chino: el Rey lo ha hecho en el último discurso antes de coger el avión y en un hotel de la capital, no en un edificio oficial.
Meeting of the Spanish-Chinese Business Advisory Council in which Felipe VI participated, this Thursday, in Beijing. / Casa de S.M. El Rey / Jose Jimenez
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