Nueva York, la ciudad más grande y rica de EEUU, la que marca la agenda económica y cultural del gigante americano, el martes elige alcalde. La ciudad donde radicales islámicos destrozaron las torres que mostraban que el poderío del capitalismo llegaba al cielo, está a un paso de vencer el trauma y la islamofobia para, emulando a Londres, elegir a su primer alcalde musulmán.
Zohran Mamdani, un comunicador magnífico, emerge en las encuestas como la amenaza más grande al imperio de Trump. En Nueva York hay algo más de un millón de musulmanes. No es extraño en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo gracias a la inmigración. Desde la llegada de los colonos europeos probablemente no haya otra ciudad en el planeta que pueda presumir de tener entre sus residentes presencia de todos los países del mundo. Pero la propuesta de Mamdani no se limita ni a los musulmanes, una identidad que no oculta, ni a la inmigración, a la que defiende como motor de la ciudad, pero no la pone en el centro de su discurso ¿Progresista o populista? El grueso de su propuesta se dirige a hacer vivible, para todos, una de las ciudades más caras del mundo. Propone congelar alquileres, hacer accesible la vivienda a los más jóvenes, que el trasporte de autobús sea gratuito y que la atención sanitaria sea universal para todos los menores de edad.
El establishment demócrata lo mira con cautela, sus oponentes le califican de comunista, pero lo más radical de su propuesta, es que con solo 34 añitos ha logrado ilusionar a la ciudad y a los demócratas hacia una esperanza para que los mismos descontentos a los que Trump logra arañarles el voto en las presidenciales vean una propuesta que no se basa en la fuerza sino en la convicción de una política dirigida a los que acaban pagando peor las consecuencias de la economía, la política y el poder, para mantener la grandeza de la gran manzana y de paso de la democracia amenazada. Justo cuando se cumple un año de la elección de Trump tal vez Mamdani sea el primer antídoto, un pulso contra el poder y la furia.
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