El exfutbolista Robson de Souza, conocido como Robinho, empezó su carrera profesional en el Santos FC de Brasil, luego fichó por el Real Madrid y pasó por otros clubes como el Manchester City y el AC Milan.
Su vida dio un giro en noviembre de 2017, cuando fue condenado a nueve años de cárcel por un delito de agresión sexual colectiva cometido en enero de 2013 en una discoteca de Milán.
Desde marzo de 2024, el exjugador está cumpliendo condena en la prisión Penitenciaría II de Tremembé en São Paulo, Brasil, también conocida como “la cárcel de los famosos”.
Ahora, el Consejo Comunitario Taubaté, creado por el juez Sueli Zeraik para apoyar al Poder Judicial, ha publicado un vídeo en redes sociales con tal de contar historias reales en Tremembé. Concretamente, Robinho ha desmentido algunos rumores que hay sobre su trato en prisión.
“Nunca he tenido ningún tipo de beneficio. Las visitas son los sábados o domingos. Cuando mi esposa no viene sola, viene con mis hijos. Las visitas son iguales y el trato es el mismo para todo”, ha asegurado.
El brasileño ha explicado que no recibe ningún tipo de trato especial: “Mi dieta, mi horario de sueño, todo es igual que el de los demás reclusos. Nunca he comido nada diferente, nunca he recibido un trato diferente. Cuando llega la hora de trabajar, hago todo lo que hacen los demás reclusos. Si queremos jugar al fútbol, está permitido los domingos, cuando no hay trabajo”.
Robinho ha declarado que “han estado diciendo mentiras de que soy un líder carcelario o de que tengo problemas psicológicos. Nunca he tenido eso, nunca he tenido que tomar medicamentos, gracias a Dios”.
El exfutbolista del Real Madrid ha comentado que, a pesar de lo difícil que es estar en prisión, “gracias a Dios” siempre ha mantenido la “cabeza fría” y ha hecho todo lo que hace cualquier recluso.
Además, el brasileño ha subrayado que el objetivo de la cárcel de Temembé es “reeducar, resocializar a quienes han cometido errores”. Y ha negado tener cualquier posición de liderazgo: “Aquí, los guardias son los que mandan, como ya les dije, y nosotros, los internos, sólo obedecemos”.
