Turno para la Champions League. Después de que el Barça venciese al Elche por 3-1 en LaLiga, los blaugranas regresan a la máxima competición europea de clubes este miércoles 5 de noviembre (21:00 horas) y se enfrentarán al Brujas a domicilio en la 5ª jornada de la Fase liga de la Champions League.
En estos momentos, los de Hansi Flick ocupan la 9ª posición con seis puntos, gracias a las victorias obtenidas frente al Newcastle (1-2) y Olympiacos (6-1), además de la derrota frente al Paris Saint-Germain en Montjuïc (1-2) sobre la bocina.
La UEFA ha designado ya a los árbitros para esta cuarta jornada y el encargado de dirigir el encuentro entre Brujas y FC Barcelona será el inglés Anthony Taylor, de 47 años. Desde 2013 es árbitro FIFA y puede arbitrar partidos internacionales.
Será la sexta vez que arbitre al FC Barcelona, y todas las anteriores fueron en Champions League. El balance es de dos victorias (2-3 contra el PSG en la ida de los cuartos de final 23/24 y 0-1 ante el Porto en la fase de grupos 23/24), dos empates (0-0 frente al Olympiacos en la fase de grupos 17/18 y 1-1 en la vuelta de los octavos de final 20/21 que les enfrentó al PSG) y una derrota (0-3 contra el Bayern de Múnich en la fase de grupos 22/23).
En lo que llevamos de temporada, son 12 los partidos que ha dirigido (nueve de la Premier League y tres de la Champions). Arrancó con un Basilea 1-1 Copenhague de la fase de clasificación y prosiguió con un PSV 1-2 Union SG y el Marsella 4-0 Ajax.
La mano de Cucurella
Es probable que algunos vinculen el nombre de Anthony Taylor a las manos que cometió Cururella dentro del área en los cuartos de final de la Eurocopa ante Alemania. Era el minuto 107 y el partido estaba empatado. Tanto Taylor como Stuart Atwell desde el VAR declararon que la acción no era punible, y minutos después, Mikel Merino dio a la ‘roja’ el pase a semifinales en el 119′.
Meses después, el Comité de Árbitros de UEFA trasladó a los colegiados internacionales que en aquella jugada hubo un error de interpretación y debió ser penalti. Una consigna que fue incluida en una de las últimas revisiones del organismo, que analiza los partidos europeos a nivel de clubes y selecciones para homogeneizar el criterio y comprobar que el arbitraje tome las mismas decisiones en acciones parecidas.
“Siguiendo las últimas directrices de UEFA, el contacto mano con balón que detiene un tiro a puerta debería castigarse de forma más estricta, y en la mayoría de los casos debería concederse un tiro penal, a menos que el brazo del defensor esté muy cerca del cuerpo o sobre el cuerpo. En este caso, el defensor detiene el tiro a puerta con el brazo, que no está muy cerca del cuerpo, haciéndose más grande, por lo que se debería haber concedido un tiro penal“, se indicó en el campo de observaciones del documento de la UEFA.
