Will Clyburn played his worst game on a night to forget for Barça / FCB
El Barça está viviendo un inicio de temporada que recuerda mucho al de la pasada con el problema de la grave lesión de Laprovittola, que condicionó el juego exterior blaugrana, al que le siguieron más bajas importantes como Metu, o Vesely en el tramo decisivo.
El nuevo Barça, que empezaba dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva de todo lo sucedido el año pasado, parece estar viviendo una situación muy parecida, con jugadores como Núñez, Laprovittola y Brizuela, fuera de combate…y sin transmitir nada de regularidad ni crecimiento conjunto.
La cara de circunstancias de Joan Peñarroya que mostró todo el curso pasado es muy parecida a la actual, lamentando primero las bajas, pero luego respondiendo siempre que solo puede mirar al banquillo para ver lo que tiene y pensar en solucionar todos los problemas que se le acumulan.
Un equipo que no invita al optimismo
Y es que, nos guste más o menos, el equipo ha ganado poder ofensivo con Clyburn (fatal ante Zalgiris, con 0 puntos) y solidez en el juego con Shengelia (siempre cumple), aunque las sensaciones, ahora mismo, no invitan al optimismo.
Porque los males del equipo siguen persistiendo como la poca mentalidad defensiva, falta de intensidad, poca concentración y dejando que los rivales se crezcan con facilidad, como hizo Hiopos Lleida en su momento, o un Zalgiris, que a pesar de haber mejorado respecto a otros años, es un equipo inferior al Barça, se mire como se mire.
Entre tanto, la cuestión es seguir sumando encuentros, tanto en Liga Endesa y Euroliga y confiar que el equipo vaya ganando solidez, aunque ahora mismo, las sensaciones son realmente desalentadoras
Vuelta a la mediocridad
Jugadores como Willy, que parecía haber despertado al inicio, vuelve a la mediocridad, y qué decir de Fall, que ya ni tan siquiera cuenta para el técnico, y que utiliza el recurso del joven Keita, posiblemente una de las notas más positivas de este inicio de temporada del Barça.
Aunque ahora mismo, el Barça no transmite apenas nada, lo peor para una afición que parece estar demasiado acostumbrada a la mediocridad y que quizá el mayor castigo, es ya no ir al Palau. Quizá ya se han cansado, y los que todavía van, ya empezaron a mostrar ante el Zalgiris que están hasta las narices por no decir otra cosa más fuerte… Aunque en este Barça, nunca pasa nada.
