Luis Zahera ha desarrollado una extensa carrera en cine, televisión y teatro, y es muy popular por su monólogo “Chungo”. A punto de cumplir los 60, el actor gallego parece desafiar al paso del tiempo. Ganador de dos premios Goya y muy querido por su naturalidad, mantiene una vitalidad y una claridad mental que muchos envidian. Su carisma y energía hacen pensar que los años apenas le pesan.
Una dieta especial
Su relación con la comida también refleja sus raíces. “Mi gran placer gastronómico son las ostras, es lo que más disfruto en la vida”, ha contado en más de una ocasión. Y no es casualidad: este marisco, tan típico de Galicia, está lleno de proteínas y minerales esenciales como el cobre y el selenio.
El intérprete asegura que comer ostras le conecta con su tierra y con su gente. “Me hacen sentir bien, me recuerdan de dónde vengo”, ha dicho entre risas. Para él, más que un simple alimento, son parte de su identidad.
A pesar de su amor por la buena mesa, Zahera lleva una vida bastante equilibrada. En una entrevista televisiva, comentó que practica el ayuno intermitente, evitando comer después de las siete de la tarde. “Si ceno tarde, me da acidez… ya tengo una edad”, bromeó, fiel a su estilo irónico.
Gracias a esa disciplina, dice sentirse más ligero y con más energía. “Antes me acostaba pesado y dormía mal. Ahora me levanto fresco, el cuerpo me lo agradece”, confesó. Su estilo de vida combina sentido común con constancia, sin obsesionarse con fórmulas milagrosas.
Las mañanas son su momento favorito del día. Se levanta muy temprano, sobre las cinco, para salir a caminar a buen ritmo. “No corro, camino rápido, como Rajoy”, ha dicho entre carcajadas. Sustituye el gimnasio por ejercicio al aire libre y por subir escaleras, y en casa utiliza pequeñas pesas para mantenerse en forma.
Una vida equilibrada
Un episodio de salud durante el rodaje de una serie le hizo replantearse muchas cosas. “De repente, tuve un problema de próstata y estuve varios días con una sonda. Me dio un buen susto”, contó con su característico humor. Desde entonces, asegura, cuida más su cuerpo y escucha las señales que este le da.
Hoy, Zahera apuesta por lo sencillo: comer bien, descansar lo suficiente y mantenerse activo. Dice que no busca parecer joven, sino “tener la cabeza despejada y el cuerpo funcional”. Y lo consigue, con una mezcla de disciplina, humor y ese toque gallego que lo hace inconfundible.
