“El año que viene intentaremos lucharlo y encima el principal rival es el segundo de este año, que es mi hermano“, reflexionaba el mayor de los Márquez en su visita a ‘El Hormiguero’, demostrando que la familia es importante, pero que a 300 kilómetros por hora, no hay nadie más que uno mismo.
El piloto catalán se coronó campeón del mundo de MotoGP por séptima ocasión y lo celebró como pocas veces se le había visto, llorando y muy emocionado. La realidad es que entre 2012 y 2019 consiguió los seis títulos previos al actual y que ha tardado prácticamente el mismo tiempo en regresar a la cima, cosa que demuestra lo duros que han sido los últimos años en su antiguo equipo, Honda.
De hecho, comentaba que el hecho de irse de Honda a Ducati fue una manera de ponerse presión para descubrir si realmente aún servía para este deporte: “Todo el mundo sabía que iba a la mejor moto“, apuntaba, un reto que era grande porque lo hacía “enfrente de millones de personas”.
Marc Márquz visits ‘El Hormiguero’ for the 14th time. / Antena 3
Su relación con su hermano y máximo rival, Àlex Márquez
Una de las historias más destacadas de la temporada ha sido la rivalidad que ha mantenido con su hermano y máximo rival en el asfalto, Àlex Márquez, que viste el azul de Gresini. El pequeño de los hermanos ha terminado el campeonato en segunda posición, aunque lejos de hacer aumentar los piques entre los dos, ha servido para mejorar su conexión.
“Este año, aunque parezca mentira, nos ha unido más que nunca“, apunta el mayor, que añade que han tenido oportunidad de entrenar juntos y ayudarse el uno al otro como no habían podido hacer hasta este momento, “yo le quiero el bien y viceversa”.

Àlex and Marc Márquez in a race this season. / ·
Marc tiene un buen ojo para detectar el talento y según comentaba a Pablo Motos, tuvo muy claro desde el primer momento que Àlex sería el principal candidato a robarle el trono: “Como empezó la primera carrera… intuía que este año me lo iba a poner difícil“, apuntaba.
Por eso, tuvo que plantearse la temporada siendo consciente de que aunque es familia, su hermano se convertía en un rival más a partir de ese momento y lo comentaba con una conversación que tuvieron al principio, después de darse cuenta en Tailandia de que los pensamientos familiares en el asfalto no son la mejor de las compañías.
“Lo cogí antes del Gran Premio de Argentina y le dije, ‘vamos a pelear carreras, ¿lo sabes?’“, recordaba una anécdota de principio de temporada. “Ahora nos daremos la mano… Si te tengo que adelantar, lo haré. Si me tienes que adelantar, me adelantarás… Si pasa algo, que pase, seguiremos siendo hermanos y nos querremos igual, ¿es así?“, exponía Marc en el programa.
Reflexionaba que aun con la rivalidad, hay que ser conscientes de que “una carrera dura 45 minutos” y que queda el resto del día para ser familia. Por eso, en los Grandes Premios “no puedes ir cohibido” y su obligación es intentar adelantar al piloto que tenga en frente, sea quien sea.
