Los derbis siempre son especiales, y más cuando se trata de un Valencia–Villarreal, una de esas rivalidades entre dos polos completamente opuestos, pero que históricamente ha sido un duelo aguerrido, competido y de muchas emociones. Cierto es que, ambos clubes llegan en dinámicas diferentes, con objetivos distintos, pero con un estilo de juego que comparte ciertas similitudes entre ambos. Mientras que el submarino amarillo llega al derbi en una dinámica ascendente en Liga: terceros, con 17 puntos, pero con derrota en Champions ante el City; el conjunto valencianista no acaba de encontrar el juego y las sensaciones, con un rendimiento negativo y sin ‘brotes verdes’: decimocuarto en la clasificación, con 9 puntos a favor.
Actualmente, hay un abismo deportivo/económico evidente entre valencianistas y amarillos, que trasciende claramente al terreno de juego: calidad de sus jugadores, metas clarividentes, capacidad competitiva y estabilidad institucional. Todo ello, va inherente al Villarreal. No obstante, el Valencia, y más de local, con su gente, en Mestalla, siempre es un rival duro, resistente y difícil de batir. Sin duda, va a ser un partido especial y dinámico, con opciones para ambos equipos. Los de Corberán llegan al encuentro con ganas de revertir esta complicada situación —cuatro partidos consecutivos sin ganar, y tan solo dos victorias—, y de dar una alegría, con los tres puntos de por medio, a su afición, un baluarte decisivo que nunca deja de creer, a pesar de todo… En cambio, el equipo liderado por Marcelino llega en la cúspide de LaLiga, pero en una coyuntura también adversa, ya que encadenan (entre Liga y Champions) cuatro partidos seguidos sin conocer la victoria. Por tanto, el conjunto ‘groguet’ también quiere dar un golpe encima de la mesa, romper con esta racha de resultados y demostrar la alta competitividad/competencia de un conjunto con grandes aspiraciones esta temporada.
Un estilo de juego parecido; un potencial ofensivo desigual
Por su parte, Marcelino García Toral, en la rueda de prensa previa contra el Valencia, para sorpresa de muchos, ha asegurado que el equipo blanquinegro juega “muy similar” a ellos, y ha alabado la capacidad de contragolpe, velocidad y la solidez de su defensa. Por tanto, en cuanto a estadísticas se refiere, la valoración del técnico austuriano no dista mucho de la realidad. Los datos demuestran que aunque difieran en calidad individual, capacidad goleadora y creativa del juego, tanto Villarreal como Valencia comparten una forma de jugar semejante: contraataque, defensas cerradas y compactas, e incluso utilizan el mismo sistema de 4-4-2 en un bloque sólido y juego directo.
En estas nueve jornadas de Liga, el submarino amarillo ha demostrado ser un equipo resistente y fiable; con una alta efectividad en ataque. Su potencial ofensivo es innegable: 16 tantos —con Buchanan como máximo goleador del equipo con cuatro— en 99 tiros a puerta, con un ‘xG’ o goles esperados de 14,2, un indicativo de que aprovecha sus oportunidades. Una media de 1,78 goles por partido, una cifra alta que refleja ese cuadal ofensivo. No obstante, al Villarreal le está costando mantener porterías a cero —tres en total—, debido a esa falta de contundencia y errores que condenan directamente al equipo. Lo más característico, aunque propio de los equipos del técnico asturiano, es el bajo porcentaje de posesión: una media de 45,3 %, el decimotercero LaLiga (13º). Además, han completado 3.479 pases totales, una media de 366,4 por partido, con un 85,4 % de precisión. El que más pases da del equipo es Rafa Marín, con 425. En el lado defensivo, suma 408 recuperaciones y 178 despejes. Los amarillos disponen de un ‘gol average’ de +6, lo que demuestra que su capacidad ofensiva cubre sus desajustes defensivos, todavía por mejorar.
Las estadísticas goleadoras del Valencia difieren de las del equipo ‘groguet’; en el manejo de balón, acciones defensivas y método de juego es similar. Los valencianistas han firmado diez dianas en 66 disparos, tres de ellos a balón parado y siete como local. Una media de 1,11 tantos por partido. Tienen un ‘xG’ de 9,4, es decir, no son excesivamente efectivos, pero las pocas oportunidades que generan las materializan. Asimismo, poseen un 46,8% de media de posesión, el duodécimo de la competición (12ª), con 3.864 pases completados, una media de 309,7 y 80,1 % de precisión. César Tárrega es el jugador que más pases ha completado, con 446. Sin embargo, los de Mestalla han concedido muchos goles en contra: 14 en total. Cierto es que, son el sexto equipo con más paradas (30), el quinto que más despeja (259 despejes) y 375 recuperaciones. Esta diferencia entre goles marcados y encajados les hace tener un ‘gol averaje’ de -4.
