27 puntos de 27 posibles en Bundesliga. Pleno de victorias en Champions League (3). 15 triunfos consecutivos para superar un récord que tenía el Real Madrid desde el año 1929. Todo el mundo sabe que el Bayern de Múnich es un auténtico ciclón. Sin embargo, muy pocos conocen el método que los ha llevado hasta ahí.
El conjunto bávaro es una máquina imparable que enloquece a sus rivales, gana los partidos por goleada, disfruta con el balón y por el que merece la pena pagar una entrada para verlo. Pero para alcanzar la gloria, primero hay que saber moverse en el infierno.
Del sextete de Flick a sufrir de lo lindo
En la temporada 2019-20, el Bayern, comandado por Hansi Flick, consiguió el segundo sextete de la historia del fútbol tras el Barça de Pep Guardiola en la campaña 2008-09, con un fútbol envidiable. Su manera de jugar cautivó a seguidores y detractores por su capacidad para someter a los adversarios. Pese a ello, la temporada siguiente anunció por sorpresa su renuncia al final del curso debido a sus choques con el director deportivo Hasan Salihamidžić, y asumió en verano de 2021 el banquillo de la selección alemana.
Flick, celebrating the 2019-20 Champions League with Bayern / Agencias
A partir de ese momento comenzó una caída libre en el Bayern que provocó resultados inéditos en la última década. Primero pasó por el banquillo del Allianz Julian Nagelsmann, que tras una primera campaña aceptable, vivió un auténtico calvario en la siguiente: falta de ideas, duras críticas, piezas clave del vestuario en su contra… e incluso un posible topo que filtraba sus planes de partido. Destituido en marzo de 2023, junto a Oliver Kahn y Salihamidžić, llegó el momento de Thomas Tuchel, quien empezó bien y terminó ganando la liga de auténtico milagro: el Borussia Dortmund dejó escapar el título en la última jornada. Pero lo peor estaba por llegar.

Tuchel, former Bayern coach / EFE
En verano de 2023, el Bayern fichó a uno de los mejores delanteros del mundo: Harry Kane. El inglés debía ser el hombre que cambiase definitivamente el rumbo decadente del equipo. Sin embargo, lejos de lograrlo -y de romper su sequía en cuanto a títulos-, el conjunto bávaro terminó el curso en blanco por primera vez desde 2010: fuera de la Copa ante un equipo de Tercera, incapaz de seguir el ritmo del histórico Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y eliminado en cuartos de final de la Champions League.
Kompany: el héroe inesperado
Antes de que terminara la temporada, Tuchel estaba sentenciado. El Bayern se lanzó al mercado en busca de un nuevo entrenador, pero nadie quería hacerse cargo de aquel polvorín. Por suerte para los muniqueses, Max Eberl, director deportivo del club, tenía muy claro a quién había que contratar: Vincent Kompany. Su fichaje, sin embargo, consiguió unir a aficionados y detractores: todos coincidían en que el club estaba perdiendo la cabeza. El exfutbolista belga llegaba al Allianz tras descender al Burnley en la Premier League con solo 24 puntos. Tenía 38 años, poca experiencia al máximo nivel y, además, hubo que pagar más de 10 millones de euros para sacarlo de Inglaterra.

Vincent Kompany, coach of Bayern Munich. / AP Photo/Matthias Schrader
¿Qué hizo Kompany? Mostrar su mentalidad de hierro. “Les diré algo rápidamente. Nací en Bruselas, mi padre era un refugiado. ¿Qué posibilidades tenía de jugar en la Premier League, de jugar para la selección nacional? Las probabilidades eran de 0,000 y pico. ¿Dejas de creer en ti mismo y en lo que puedes lograr por lo que dicen los demás? La mentalidad es seguir adelante y, si fracasas, fracasas», comentó el entrenador.
En poco tiempo se empezaron a ver sus incontestables resultados: seis partidos oficiales, seis victorias. Pero eso no fue todo. Firmó el arranque más goleador de la historia del club alemán, con 29 tantos en seis encuentros: cinco al Werder Bremen, seis al Holstein Kiel, nueve al Dinamo Zagreb… una fantasía.
También podía presumir de haber dirigido la mayor goleada en la historia de la Champions League (9-2 contra el cuadro croata) y de ser el primer técnico del Bayern que ganaba los cuatro primeros partidos de Bundesliga desde Carlo Ancelotti (2016-17), además del primero desde Pep Guardiola (2015-16) en imponerse en sus tres primeros compromisos como visitante. Pero aún tenía mucho trabajo por delante.
Un estilo de juego impresionante
Su plan de juego destacaba entre el resto. Como hizo en el Anderlecht y en el Burnley, apostó por tener la posesión del balón, someter al rival con buenas circulaciones y acosar la portería contraria constantemente. Una presión asfixiante que aplastaba adversarios en la Bundesliga, aunque todavía debía perfeccionarse en Europa.
Michael Olise, su gran apuesta, encajó como anillo al dedo en el equipo. Como Kompany, su llegada fue muy criticada, seguramente por quienes no lo habían seguido en Inglaterra. El francés fue la gran sensación de la Bundesliga ese mismo año, pero al conjunto aún le faltaba una pieza para redondear su idea durante el verano de 2025. Ese hombre fue Luis Díaz, un extremo que, como Olise, es letal en el uno contra uno y, lo más importante, interpreta a la perfección la idea del técnico.

Michael Olise scored a double against Dinamo / AP
El resto ya estaba en casa: Kane, Kimmich… y un tapado al que pocos destacaban, Laimer. El entrenador belga parte de un 4-2-3-1 en el que la libertad es indispensable. El Bayern saca el balón jugado; Kimmich, que sigue siendo el cerebro que descubrió Guardiola, activa el plan desde la base y el engranaje empieza a funcionar. Una vez se pone en marcha, no hay quien lo detenga. Al menos, durante esta campaña. Los delanteros, con Harry Kane a la cabeza, participan con frecuencia en el centro del campo.
Kane, el mejor ‘9’ del mundo
El objetivo no es otro que crear un descontrol organizado que, además de generar dudas constantes entre los adversarios, permite al equipo tener el balón la mayor parte del tiempo, acumulando más hombres en la medular. Arriba, se generan espacios que pueden aprovechar los laterales, infligiendo daño al espacio entre una defensa desorientada y dubitativa.
Para que el sistema funcione, hace falta un superclase como Kane. Aunque parezca mentira, el ex del Tottenham es el auténtico creador de juego de este Bayern. Además de ser un ‘9’ letal -suma 22 goles esta temporada en 15 partidos-, Kane es un pasador excepcional y posee un sentido táctico sobresaliente. En su mapa de calor se observa cómo baja hasta la base de la jugada para iniciar el juego del equipo. Un delantero único para un sistema que gana protagonismo en Europa.

Harry Kane heat map. 2025-26 season / One-versus-One
Cada vez a los entrenadores les preocupa menos qué jugador ocupa cada posición. Lo que realmente buscan es que quien ocupe un puesto entienda qué debe hacer en cada situación y pueda ejecutarlo. Para jugar como el Bayern de Kompany también se necesitan extremos tan determinantes como Luis Díaz u Olise, que además de ser muy buenos en el uno contra uno y tener un golpeo de balón excelso, se asocian con gran acierto con los laterales en ataque. En esta faceta destaca la sociedad que han formado el colombiano y Konrad Laimer por la izquierda. Se nota que el lateral ha sido centrocampista durante buena parte de su carrera.
Finalmente, el abecé del fútbol: aprovechar las ocasiones arriba y no conceder atrás. Este Bayern, que ya ha alzado la Supercopa de Alemania este curso, suma 33 goles a favor y 4 en contra en Bundesliga, y 12 a favor y 2 en contra en Champions League. En total, 45 goles a favor y solo 6 en contra en 12 partidos.
La prueba final: el PSG de Luis Enrique
Ahora toca medirse ante el PSG de Luis Enrique, un equipo exigente, que presiona y puede generar mucho peligro en cuestión de segundos. Pero Kompany ha nacido para esto y ha aprendido de los mejores. “Guardiola explicó su idea de juego y en una semana ya sabía que iba a ser entrenador”, reconoció en una entrevista con los medios oficiales del Bayern.

Kompany hugs Kane after a match with Bayern / Agencias
Kompany tiene la idea y el método, y los transmite de manera casi perfecta. Después de tener que callar muchas bocas, ajenas y propias, todo el mundo cree en él en el Bayern. Y eso es capaz de mover montañas, en el fútbol y en la vida. ¿Dará el golpe final en el Parque de los Príncipes? La respuesta, este martes a partir de las 21:00 horas.
