El expresident de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, ha advertido que la condena al Ayuntamiento de Vic, gobernado por su partido, por exigir un nivel B2 de catalán en una oposición pública representa un grave retroceso en los derechos lingüísticos en Catalunya. Según ha denunciado, esta resolución judicial forma parte de una dinámica que, a su juicio, es un retroceso “al régimen monolingüe que impuso Franco”.
En una publicación en X, Puigdemont ha señalado que el bilingüismo en el Estado es una “falacia” y ha lamentado que, a su juicio, el catalán nunca goce de igualdad real con el castellano. “La ligera diferencia es que ahora el uso del catalán es tolerado y tienes un cierto derecho a usarlo, pero nunca en igualdad de condiciones con el castellano”, ha afirmado. El alcalde de Vic, Albert Castells, de Junts, también ha mostrado su desacuerdo por la sentencia en una entrevista en RAC1. “Aquí lo que hay es una persecución de la lengua e iremos donde sea necesario para defendernos”, ha exclamado Catells.
Desde Junts, también se ha pronunciado el secretario general del partido, Jordi Turull, quien ha acusado a la justicia de liderar una “cruzada contra el catalán”. Turull ha defendido que exigir un nivel adecuado de lengua propia en el acceso a la función pública “no es una medida excluyente, sino garantizar un derecho y nunca es demasiado”. “Los que excluyen son aquellos que atacan y persiguen nuestra lengua”, ha añadido en una publicación en X.
La sentencia, emitida por el Juzgado Contencioso número 15 de Barcelona y avanzada por El Mundo, declara nulas las bases de un concurso público del Ayuntamiento de Vic en el que se pedía un nivel B2 de catalán para optar a una plaza de operario municipal. El juez ha considerado que ese nivel es “demasiado alto” y ha ordenado repetir la convocatoria con el nivel básico A2 como requisito.
Ante esta resolución, la plataforma Òmnium también ha mostrado su rechazo. En un comunicado, la entidad ha calificado la sentencia de injusta y ha asegurado que “afirmar que el nivel B2 es ‘demasiado alto’ demuestra un desconocimiento insultante del tema”. Òmnium recuerda que ese nivel es el mínimo necesario para garantizar el derecho a ser atendido y trabajar en catalán. “Es hora de hacer cumplir los derechos lingüísticos frente a unos jueces que quieren convertir el catalán en innecessario y marginal”, ha sentenciado la organización.
Òmnium Osona-Lluçanès como miembro de la Taula per la Llengua de Vic, ha defendido que el Ayuntamiento actuó correctamente al velar por el derecho de la ciudadanía a ser atendida en la lengua propia del territorio.
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