La nueva ‘confesión’ del “nexo corruptor” del pelotazo de las mascarillas Víctor de Aldama en la que sostiene que entregó dinero en efectivo al exministro José Luis Ábalos para que este adquiriera un local en Valencia cierra el círculo sobre el problema que el ex secretario de Organización de PSOE tuvo con el bajo de su vivienda, que según las nuevas pruebas se solucionó con 20.000 euros en ‘b’. Hasta el momento, el sumario incluía evidencias de que Koldo García había reclamado gestiones a la secretaria del comisionista en relación al inmueble. Ahora, con la confesión de Aldama, se constata el origen presuntamente delictivo de una parte de los fondos que entregó Ábalos al vendedor.
Aldama ha entregado nueva documentación al magistrado que instruye el caso Cerdán-Ábalos, Leopoldo Puente, con el que pretende demostrar que el precio de la adquisición era de 110.000 euros y no de 90.000, como consta en los contratos conocidos hasta el momento: “El precio por el que se formaliza la compraventa ante notario no casa con la del contrato relativo a dicha operación inmobiliaria, que aparece en el ordenador del señor Aldama y al que se refiere el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil de 3 de octubre de 2025″, destaca el comisionista en su escrito, en el que resalta que elaboraron un contrato a la baja para “adaptar el texto a la cantidad por la que se otorgaría la escritura pública de compraventa, y no dejar constancia de los pagos realizados en efectivo al vendedor, siendo el precio real notoriamente superior”.
Finalmente, “la compraventa fue formalizada ante notario el día 8 de julio de 2020 por un importe de 90.000 euros, esto es 20.000 euros menos”, concluye el escrito del abogado de Aldama, José Antonio Choclán.
El problema del “altillo”
El problema que Ábalos tenía en 2020 con el bajo de su vivienda en Valencia –que hoy utiliza como garaje– ya fue analizado por la UCO en uno de los informes entregados al juez Puente antes del verano. El asunto era mencionado en alguno de los audios contenidos en su teléfono móvil, que recogía cómo el entonces ministro consultó a la secretaria de Aldama para que gestionara el problema que tenía con un altillo que se había apropiado el anterior propietario de la bajera.
La cuestión es que el heredero del anterior propietario del bajo se desentendía del ‘altillo’ que habían construido de forma ilegal en el espacio adquirido por el hoy diputado del Grupo Mixto. Esta circunstancia fue comentada por el propio Ábalos –en presencia de su asesor Koldo García — el 18 de noviembre de 2020 — a Piedad Losada, que fue secretaria de Víctor de Aldama. De hecho, en la documentación remitida por el comisionista al Supremo sobre este contrato consta un mail de Losada, en el que esta reconoce que había “cambiado otra cosa respecto al original“.
“Efectivamente, es como si yo en mi casa me da por sacarme un cuartito, vendo mi casa y me quedo el cuartito“, resume Ábalos después de que atienda al teléfono que le acerca Koldo y explique a Piedad Losada su problema particular. Explica que compró el bajo al propietario del edificio y que el citado ‘altillo’, cuya existencia ni está registrada en los documentos de la comunidad de propietarios, contiene efectos personales de los anteriores dueños, pero no se utiliza. La que fuera secretaria personal de Aldama responde: “Pues vamos a enterarnos de sus propósitos lo hablo con el abogado… y ya le comunico a Koldo”.
“Hablo con Aldama para que te la compre”
A continuación, Koldo realiza una sugerencia Ábalos sobre este asunto. “¿Por qué no hablo con Víctor Gonzalo (de Aldama) para que te compre la bajera y te la quitas de encima y te quitas la hipoteca de abajo? Aunque te la compre por ciento cincuenta, ciento sesenta, y a tomar por culo”. Ábalos responde que aceptaría “si la quiere” el empresario, pero seguidamente pregunta a nombre de quién se haría dicha transacción.
Koldo le sugiere el modo: “No, él tiene veinte mil, él tiene veinte mil tíos, o sea que… veinte mil empresas, eso no es problema. Yo lo que busco es que tu…(…) y además… te quitas esa mierda de ahí, porque eso va a ser imposible vender el dia de mañana. ¿Te parece bien?”.
En su día, Ábalos ya aportó al Tribunal Supremo la escritura de adquisición de un local en el barrio de Campanar, en Valencia, que había olvidado citar durante su comparecencia ante el magistrado Leopoldo puente el pasado 20 de febrero. Al ser preguntado por las propiedades que tenía, el hoy diputado del grupo mixto manifestó que tenía su vivienda particular en Valencia, así como el local bajo de dicho inmueble. Se trataría del local sobre el que pidió ayuda al entorno del comisionista Aldama.
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